Para enfrentar la “conflictividad social” en la zona sudeste de la capital provincial, el gobierno enseña a los vecinos “sobre las distintas herramientas que funcionan en el Ministerio de Seguridad para denunciar a vendedores de drogas”.

 
Distintas áreas del Ministerio de Seguridad trabajarán de manera articulada con vecinos de la zona sudeste de la ciudad, que abarca más de 20 barrios, donde se registran casos adicciones y conflictividad social. Así lo informaron fuentes oficiales y detallaron que la Agencia Antidrogas articula acciones preventivas, de contención y capacitación para vecinos de los barrios Santa Cecilia, Juan Calchaqui, Boulogne Sur Mer, Finca independencia, San Francisco Solano, Norte Grande, San Benito, Siglo XXI, Democracia, Porvenir, Libertada, Coposal, La Isla, Sitta, Convivencia, Solidaridad, Gauchito Gil, La Paz, Justicia, San Javier, Santa Mónica, Sanidad I, II y III, Primera Junta, San Ignacio, San Alfonso y Fraternidad.
 
“El trabajo será desarrollado por distintas áreas del Ministerio de Seguridad, Dirección de Drogas Peligrosas y Policía Comunitaria” añadieron desde despachos oficiales y precisaron que “se enseñará sobre las distintas herramientas que funcionan en Seguridad para denunciar, de manera segura y anónima, a vendedores de drogas y también se instruirá a los vecinos sobre el servicio que se brinda en la zona, y se analizará en conjunto la problemática del lugar, para un abordaje formativo integral sobre distintos problemas de conflictividad social”.
 
La presencia estatal en los barrios, más populosos y postergados, es siempre bienvenida aunque no estaría mal seguir el ejemplo de las autoridades de la República de Colombia que para terminar con el crimen y la inseguridad en Medellín, una de las ciudades más peligrosas del mundo en las décadas del 80 y del 90 y hoy convertida en una de las urbes más prosperas de Latinoamérica, llevaron antes que al Ministerio de Seguridad a los de Educación, Salud e Infraestructura.
 
Los responsables de aquella transformación explican en cuanto foro internacional son convocados que los problemas de conflictividad social, como los que se mencionan ahora en la zona sudeste de la capital salteña, se resuelven de una única manera: llevando a los perores lugares, las mejores cosas. Escuelas, hospitales, asfalto, luz, agua y transporte, antes que policías. No estaría mal seguir su ejemplo.