La muerte de un niño de once años provocó la indignación de los vecinos de General Güemes, que apuntaron contra la municipalidad por no haber refaccionado las columnas de la plaza del barrio El Cruce. Una de ellas se desmoronó y mató al joven.

Iván Miguel Bejarano, de once años, murió ayer por la tarde, aplastado por los ladrillos de una columna que se desmoronó en la plaza del barrio El Cruce, de General Güemes. Ocurrió cuando jugaba con tres amigos en ese lugar.

Los cuatro niños jugaban con una pérgola sostenida por alambres que se encontraban enganchados en las columnas de ladrillos. Las seis columnas de la plaza estaban en un estado precario y los vecinos ya habían solicitado que las removieran hace cinco meses atrás. La municipalidad de General Güemes nunca las retiró ni las reforzó. Una se cayó encima del niño, que murió inmediatamente por aplastamiento de cráneo.

Según informó el diario El Tribuno, el intendente Daniel Segura fue recibido en la plaza con fuertes críticas de vecinos indignados. Mientras esperaban el traslado del cuerpito del niño, el funcionario municipal señaló: «Como municipio somos responsable de lo ocurrido, no hay nada que pueda decir que alivie el dolor de la familia. Vamos a acompañarlos y ponernos a su disposición, luego haremos un estudio pormenorizado de lo que pasó, pero repito, somos responsables».