El proyecto de ley Andrés Larroque para prohibir la oferta sexual cosecha apoyos y críticas. El periodista Bruno Bimbi aseguró que “con la excusa de combatir la trata, no hacen más que fortalecerla”.

“Con la excusa de combatir la trata de personas y la explotación sexual, la iniciativa no hace más que fortalecerlas, ya que al restringir el trabajo autónomo de prostitutas y taxi boys, los empuja a la calle y a los prostíbulos que, por falta de una regulación legal, funcionan en la clandestinidad, pagando coimas a intendentes y policías”, escribió el periodista Bruno Bimbi, a raíz del proyecto de Andrés Larroque para prohibir la oferta sexual.

El proyecto fue aprobado en noviembre de 2014 en la Cámara baja, con 123 votos a favor y 54 en contra. El titular de La Cámpora sostuvo que se trata de “un régimen de prohibición, en cualquier medio de comunicación, de todo aviso, publicación, publicidad y mensaje que fomente la oferta sexual y la trata de personas con fines de explotación”, según informó Perfil.

“Busca la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres mediante la regulación de la difusión de mensajes destinados al comercio sexual”, explicó entonces Larroque.

El texto de la medida que ingresó en la comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, que preside la senadora Liliana Fellner, sostiene que “los avisos, publicaciones, publicidades o cualquier otro tipo de mensajes que promuevan la oferta sexual o hagan explícita o implícita referencia a la solicitud de personas destinadas al comercio sexual”.

Para los medios que infrinjan la norma, el texto prevé sanciones que van desde apercibimiento hasta multas de entre 60 mil y 3 millones de pesos y decomiso de volantes u otros materiales que se entreguen en la vía pública.

Bimbi destacó en un extenso artículo que hubo diputados que firmaron un dictamen de minoría donde rechazaron la iniciativa, que podría ser tratada en comisión del Senado en las próximas semanas. En caso de aprobarse en el recinto de la Cámara alta, tomaría fuerza de ley.

“En el dictamen, Federico Pinedo, Alcira Argumedo, Patricia Bullrich, Patricia Giménez, Víctor Maldonado y Blanca Rossi descartaban la criminalización de la oferta sexual y proponían incluir un artículo por el que quedarían excluidas de la prohibición en caso de lo que se oferte sea el trabajo sexual autónomo”, sostuvieron.

Por último, el activista cerró su nota con una reflexión: “Para unos, el trabajo sexual es visto como algo inmoral, pecaminoso, obsceno, diabólico; para otros, como una forma de ‘mercantilización del cuerpo’ que debe erradicarse, aún contra la propia voluntad de los sujetos a los que se pretende tutelar, negándoles su autodeterminación”.