La empresa y el organismo estatal acordaron subir el boleto a $3,50 y $3,75 según las franjas horarias, a partir de octubre. El burócrata Claudio Mastrandrea justificó el aumento por la suba de los sueldos de los trabajadores. También se limitará el “pase” a los estudiantes universitarios. (Gonzalo Teruel)

Pese a que antes de las vacaciones de invierno desde la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) habían descartado un futuro aumento del boleto de colectivos, el próximo 8 de septiembre se autorizará la actualización tarifaria del transporte urbano de pasajeros. Consultado en el mes de julio por FM Capital, el titular de la AMT, Gustavo López, había señalado: “No hay un pedido desde SAETA, pero tampoco está pensado incrementar el boleto”. Este jueves, en cambio, el funcionario confirmó en la misma emisora radial que ya hay un pedido de actualización y anticipó que “a fines de septiembre o comienzos de octubre” el boleto pasará de los actuales $3,25 a $3,75.

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El pedido de la Sociedad Anónima de Transporte Automotor (SAETA) fue presentado el 14 de agosto. Contempla un incremento en la tarifa de los servicios urbanos y metropolitanos, y establece la diferenciación entre “horas pico” y “horas valle”. El incremento pedido para las primeras es del 16%, a $3,75, y para las segundas, del 8%, a $3,50, lo que promedia una actualización del 12%. “Se consideran horas pico, durante todos los días de la semana, las siguientes franjas horarias: 6:30 a 9, 12 a 14:30, 17 a 21:30. Las restantes son horas valle”, dice la nota firmada por Claudio Mastrandrea, titular de SAETA.

Entre los argumentos mencionados para justificar el aumento se destacan la “falta de actualización de los subsidios nacionales”, el “aumento de los insumos necesarios para la prestación del servicio” y el “incremento de los salarios de los empleados del sector”. “En lo que hace al gasoil, como es de público conocimiento, las variaciones de precios en el transcurso de lo que va del año fueron significativas, tanto respecto al gasoil subsidiado como el gasoil a granel, los que pasaron de $3,16 a $4,39 y de $11,25 a $12,19, respectivamente”, expresa el informe que deberá discutirse en audiencia pública.

Además, el texto plantea con especial detalle el gasto salarial de las empresas de colectivos. “En el mes de junio de 2015 se acordó un incremento del 27,8% respecto del salario vigente al mes de enero de 2015, como así también un 10,6% a partir de enero de 2016 sobre el sueldo de junio de 2015. Además, se acordó para los meses comprendidos entre julio de 2015 y enero de 2016 una suma no remunerativa de $7.707,40 para la categoría conductor y proporcional para el resto de las categorías, a abonarse en cuotas iguales, mensuales y consecutivas de $1.101,06”, detalla el documento presentado por SAETA. Y advierte que “si bien es cierto que Nación remite fondos para afrontar estos aumentos, las sumas enviadas son insuficientes, ya que las remesas no cubren el pago del aguinaldo ni tampoco las cargas sociales correspondientes”.

Con análisis propio de contador y no de quien es responsable de un servicio público, Mastrandrea destaca que “los salarios representan aproximadamente el 50% de los costos”. Tal vez sin quererlo, el ex ministro de Desarrollo Humano y burócrata profesional, culpa a los trabajadores por el aumento de los servicios que utilizan los propios trabajadores. Así lo entiende el Defensor del Pueblo de la Ciudad, Nicolás Zenteno, que denuncia que “incrementando la tarifa en horarios pico quienes van a tener que asumir las consecuencias son aquellas personas a las que no las alcanza el beneficio del pase libre (estudiantes y jubilados) y tienen que usar el servicio para ir a trabajar”.

Los otros elementos esgrimidos para fundamentar el pedido de aumento son aún más endebles. “SAETA ha encarado una etapa de actualización del sistema de gestión de flota, el que permitirá gestionar de manera on line los servicios, intentando de esa manera respetar las frecuencias preestablecidas, las que se ven alteradas por distintos factores tales como tránsito vehicular, corte de calzadas por reparaciones, corte de calle por manifestaciones, accidentes, etc.”, indica en puro palabrerío el expediente y menciona a continuación que “se creó un Área de Monitoreo de Frecuencias y Servicios”, que “se encaró las instalación de cámaras de seguridad (inicialmente en 100 unidades) que estarán conectadas al 911” y que “se están instalando monitores led en las unidades para poner a disposición del usuario información institucional de utilidad”.

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En SAETA y la AMT aseguran, además, que el incremento del boleto posibilitará la adquisición de 10 terminales automáticas de recarga de tarjetas, las que se sumarán a las 8 en funcionamiento, y de 25 nuevas unidades para renovar la flota de colectivos. Pícaro al fin y al cabo, Mastrandrea cierra su estudio con el detalle del precio del boleto en otras ciudades argentinas: Tucumán $4,83 y Jujuy $5,50; Rosario $5 con tarjeta y $6 en efectivo; Córdoba $7,15. Aún en el peor de los casos Salta seguirá con la tarifa más baja, sólo comparable con la de la hípersubsidiada Ciudad de Buenos Aires: $3 con tarjeta SUBE hasta 6 km, $6 sin tarjeta SUBE hasta 6 km; $3,50 con tarjeta hasta 12 km, $7 sin tarjeta hasta 12 km; $4 con tarjeta hasta 27 km, $8 sin tarjeta hasta 27 km.

Por mucho que los usuarios planteen cuestionamientos y críticas al pedido de SAETA, como la audiencia es de carácter “no vinculante” el pasaje de colectivo subirá y llegará a $3,75 a “fines de septiembre o comienzos de octubre”. Pero, de cualquier manera, el Defensor del Pueblo instó a la ciudadanía a participar porque “tenemos que ir y decirles que el servicio sigue siendo malo”.

El curro del kilometraje

El sistema de financiación de SAETA presenta, además, una particularidad: las empresas reciben buena parte del aporte estatal no por la cantidad de pasajeros transportados sino por la cantidad de kilómetros recorridos por cada colectivo. Así, el énfasis está puesto en la “productividad” de las unidades y no, como debiera ser en un servicio público, en la satisfacción de las necesidades del usuario.

El detalle (mes a mes desde enero de 2008 a mayo de 2015) de los kilómetros recorridos, sin importar la cantidad de pasajeros en viaje, es utilizado en el estudio presentado por SAETA a la AMT.

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De acuerdo a SAETA y a modo de ejemplo: en 2008 la cantidad de kilómetros fue de 3.506.947 en enero, de 4.177.369 en mayo, y de 4.125.508 en diciembre; en 2011 fue de 3.928.350 en enero, de 4.373.989 en mayo, y de 4.399.257; y en 2015 fue de 4.368.567 en enero y de 5.139.005 en mayo. El incremento de mayo de 2008 a mayo de 2015 es del 23% y no alcanza a explicar la necesidad de un segundo aumento anual en el precio del boleto.

El constante aumento de pasajeros desde 2008 a la fecha sí es relevante: en julio de 2008 utilizaron el servicio (urbano e interurbano) 9.549.247 pasajeros y en julio 2015 lo hicieron 14.270.555 personas. Ese incremento importante y de casi un 50% fue gradual y, ergo, ya viene siendo absorbido por las reiteradas actualizaciones tarifarias. Lo sabe el ministro de Economía, Infraestructura y Servicios Públicos, Carlos Parodi, que igual defendió el aumento propuesto por Mastrandrea porque “tiene que ver con renovar la flota de unidades y la incorporación de un sistema de monitoreo on line”.

¿Marcha atrás?

El titular de la AMT, Gustavo López, reconoció que junto con el aumento del boleto de colectivos se limitará el alcance del “pase libre” para los estudiantes porque “hemos observado que hubo un abuso del sistema, ya que fue creado para que las personas vayan a estudiar y no para el ocio”.

Sin que esté muy claro en qué consiste ese “abuso”, el funcionario anticipó que SAETA limitará la cantidad de boletos gratuitos a 80 por mes (lo que equivale a 4 viajes por día, según dijo el funcionario) y que los universitarios “deberán ser alumnos regulares y aprobar al menos 2 materias por año”.

El “pase libre” para estudiantes y jubilados rige desde julio del año pasado y constituye una de las más progresistas medidas del gobierno de Juan Manuel Urtubey que, ahora y ya sin elecciones a la vista, comenzará a restringirse.