Aldana Leyseca fue declarada culpable del asesinato de Sabrina Bertón. Recibió una condena de 8 años de prisión. La causa estuvo a punto de prescribir, pero Roxana Belbruno logró que el juicio cambie de caratula y se efectivice la condena. Declaró que ahora hará el duelo que no pudo hacer.

Ocurrió hace siete años. Sabrina iba un viernes a la noche con un grupo de hinchas a ver un partido que su club, Central Norte, jugaba contra Gimnasia y Tiro. Ese día el “Cuervo” ganó 2 a 0 pero Sabrina Bertón nunca llegó a gritar los goles en la tribuna de la Virrey Toledo que solía ocupar la hinchada cuerva en esos clásicos. Mucho antes de llegar al estadio, en Belgrano y 25 de Mayo, un disparo acabó con su vida. La hipótesis aceptada fue que Aldana Leyseca era la autora del disparo pero lo atribuían a un accidente. La caratula fue homicidio culposo.

La madre de Sabrina insistía que se trataba de un homicidio simple porque la intencionalidad de la ahora condenada era matar a su hija. Luchó desde entonces para que la causa no prescribiera y se cambiara la caratula para así logar justicia. Tras siete años, finalmente, se dictaminó que Roxano Belbruno tenía razón y condenó a la principal imputada a 8 años de prisión efectiva por homicidio simple. La acusada, además, deberá pagar 800 mil pesos por la acción civil.

Lejos del revanchismo y los pedidos de venganza, Belbruno declaró después de leída la sentencia lo siguiente: “Todo el mundo me dice que 8 años es muy poco, yo la verdad no tenía cifrada la cantidad de años que se le tenían que dar, porque consideraba que eso le correspondía a los jueces, pero me siento satisfecha con la sentencia”. Indicó también: “Tuve que trabajar por ocho años para lograr lo que recién ahora se pudo concretar, cuando pudo haber ocurrido hace muchos años atrás. Pero todavía no ha terminado todo, porque aún tenemos que esperar que la sentencia quede firme. Comienzo a partir de este momento a sentir la sensación de tranquilidad para mi alma y paz para mi hija”.

Por su parte Belbruno hizo referencia a los tiempos de la justicia destacando que “actuó de forma muy lenta». «Pero observé desde hace un tiempo cambios favorables. Esto se logró gracias al apoyo de mi esposo y todas las personas que nos acompañaron”, agregó. Por último, comentó cómo será su vida a partir de hoy: “Hace ocho años que vivo leyendo con mi esposo el expediente de Sabrina, reinventar la vida nuevamente será un trabajo que requerirá algún tiempo», expresó. También explicó que comenzará el duelo postergado, ya que no tuvo demasiadas oportunidades de llorarla como necesitaba.