El domingo Juan Urtubey enfrentará, con poco para ofrecer, a la tribuna de Sociedad Rural, enojada por su falta de firmeza ante Greenpeace. De cualquier manera, se espera que haga algún anuncio para tranquilizar al ruralismo. (Gonzalo Teruel)

Juan Manuel Urtubey tiene un problema: el domingo tiene que enfrentarse a un auditorio -casi siempre complaciente- que esta vez está muy enojado. El domingo tiene que dar un discurso en la inauguración de la exposición anual de Sociedad Rural Salteña y, a diferencia de años anteriores, los productores agropecuarios de la provincia están preocupados y enojados. Para colmo de males, él tiene poco para ofrecerles.

El titular de la entidad rural, Luís Patrón Uriburu, será muy crítico del gobierno nacional. Pero también cuestionará con dureza a la administración provincial. Iniciará su discurso -casi con seguridad- repitiendo el rosario de lamentos de los productores agropecuarios. Dirá que en el país no existe seguridad jurídica y que no hay reglas claras para la inversión productiva. También denunciará que, de acuerdo a la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola, la producción de maíz es inviable en el NOA y que por el alto costo de los fletes y la elevada presión impositiva es también casi imposible producir soja sin caer en quebranto.

Junto a Rubén Ferrero de CRA y Luís Etchevehere de SRA, los miembros de la Mesa de Enlace que llegarán a Salta, exigirá obras de infraestructura pendientes -como la reactivación del Ferrocarril Belgrano Cargas- y beneficios impositivos para los que producen en zonas alejadas a los puertos. Pedirá, además, herramientas de financiamiento y estimulo al desarrollo. Como en años anteriores, a todos estos pedidos Urtubey pondrá cara de “yo no fui” o de “yo solo no puedo” y explicará que es poco lo que él puede hacer desde un humilde despacho provincial y mirará a los legisladores nacionales que lo acompañan.

El problema es que, a diferencia de los años anteriores, los ruralistas salteños también protestarán por la falta de convicción del gobierno provincial ante los cuestionamientos de Greenpeace. Los productores agropecuarios de la provincia exigirán explicaciones por la suspensión de las “recategorizaciones” que dispuso el gobierno luego de la última intervención de la organización ambientalista en Buenos Aires. Desde hace años, Greenpeace denuncia el descuido de los bosques nativos en la provincia pero recién en las últimas semanas hizo visible un argumento para acusar a Juan Manuel Urtubey ante la opinión pública nacional: violando el espíritu de la normativa nacional, su gobierno autoriza “recategorizaciones” que permiten desmontar áreas que están prohibidas por el Ordenamiento Territorial que la propia provincia dictaminó en cumplimiento de la ley de Bosques.

Después de que activistas de Greenpeace colgarán en la Casa de Salta en Capital Federal una gigantografía de Urtubey con los pantalones bajos y sentado en un inodoro con la leyenda “ley de bosques”, el ministro de Ambiente, Baltazar Saravia, anunció que “instruyó a la secretaría de Ambiente que se abstenga de autorizar nuevas recategorizaciones hasta tanto queden analizadas las nuevas pautas para su viabilidad”. En criollo: los desmontes están suspendidos hasta nuevo aviso. Eso enoja a los ruralistas salteños convencidos en la necesidad de correr aún más la frontera agropecuaria. Pero más los enoja la nueva irrupción de Greenpeace en la política provincial confirmada por el propio Saravia al anunciar “la conformación de una mesa de trabajo con todos los actores interesados: productores, ambientalistas y académicos”. Por eso, muchos empresarios agropecuarios ya piden la cabeza de Saravia y del secretario Gustavo Paul aunque no serán escuchados.

Esta situación pone distancia entre la Sociedad Rural -más el resto de los productores agropecuarios de la provincia- y Urtubey, quien siempre fue bien considerado por la gente de campo. El gobernador, que hasta en los peores momentos de la relación entre las entidades rurales y los gobiernos kirchneristas -por ejemplo, en el año 2008 y a poco del conflicto por la Resolución 125-, visitó la exposición rural e hizo algún anuncio complaciente para la gente de campo, deberá esmerarse este domingo. Tiene poco para ofrecer y la situación de los bosques en la provincia ya es, de nuevo, un tema en la agenda política y mediática nacional que mancha su incipiente posicionamiento como candidato para suceder a Cristina en Casa Rosada.

Aunque en despachos oficiales se niegan a confirmarlo e incluso dicen que el gobernador “aún no lo tiene en agenda”, se da por descontado que Urtubey ofrecerá como siempre créditos y subsidios para la compra de hacienda y otras menesteres agrícolas y se espera, además, algún anuncio más importante para tranquilizar una tribuna -conformada por muchos de sus amigos y parientes- que con los últimos acontecimientos empezaron a recordar lo bien que les iba cuando el mandamás provincial era Juan Carlos Romero, los desmontes práctica corriente y Greenpeace mala palabra en Salta.