La Cámara de Diputados le pide rendición de cuentas a la Municipalidad por las obras del Plan Bicentenario. Gustavo Sáenz recibe fondos de todas partes y los legisladores quieren que empiece a mostrar en qué los gasta. (F.H.)

Esta semana, la presidencia de la Cámara de Diputados le recordó a la Municipalidad que debe rendir cuentas por los fondos que la Provincia le otorgó a través del Plan Bicentenario. Con una nota dirigida a la secretaria de Obras Públicas, Beatríz Blanco, el cuerpo deliberativo exhorta al gobierno comunal a dar “información sobre las obras ejecutadas en la ciudad de Salta”, que incluyen principalmente arreglos y pavimentaciones de calles, y dotación y renovación de luminaria pública.

El Plan Bicentenario se sancionó a mediados del año pasado a través de la ley provincial 7.939. Se financia a través del empréstito que tomó el gobierno provincial a principios de 2016, tras la mentada salida del default. Tras el brexit -huida de Gran Bretaña de la Unión Europea-, con una falta de olfato catastrófica a todos los salteños, los hombres de finanzas del Gobierno de la Provincia tomaron deuda a una tasa del 9,1%, más elevada que la de otras provincias que también corrieron tras la “apertura de capitales”. Fueron 350 mil dólares, aprobados por la Legislatura mediante el texto 7.931 que, entre otras cosas, plantea que ante cualquier litigio entre partes se acepta el arbitrio de “tribunales extranjeros”. Aun a riesgo que una eventual desinteligencia con los británicos acabe en manos de un Thomas Griesa.

En el marco de ese plan, se repartió el 20% de la deuda -70 de los 350 millones de dólares totales- para obras públicas y compra o mantenimiento de equipos y maquinaria de los municipios. Pesificando la alícuota para las comunas, hablamos de unos mil millones -redondeando para arriba-; sobre ellos, el departamento capitalino, que sólo aglutina a los municipios Salta y San Lorenzo, se lleva un tercio. Más de 300 millones. Gustosamente se citaría la cifra exacta, pero en la ley 7.939 que aprueba los detalles de las obras, sólo la comuna gobernada por Gustavo Ruberto Sáenz detalla los montos que erogará con los fondos provinciales. Los asesores sanlorenceños se limitaron a detallar las adquisiciones y obras, entre las que se cuenta una retroexcavadora, un camión para recoger residuos y el adoquinado de una avenida, sin especificar ningún monto. Cheque en blanco de un tal Ernesto Fernando “Kila” Gonza.

Con los 300 millones para la ciudad capitalina, Sáenz se comprometió a obras viales en el centro de la ciudad y en barrios adonde las lluvias anegan los senderos. Además propuso el abastecimiento de mil “farolas coloniales” en el meollo del ejido urbano y la instalación de nuevos brazos para luminaria pública en 853 cuadras. En las obras viales se invertirán 159 millones ($159.542.543) mientras que en las de luminaria $19.560.000.

Sobre estos últimos 19 millones hay constancia formal de que al menos un primer desembolso ya fue entregado por la Provincia al Municipio vía Plan Bicentenario. El 7 de noviembre último se conoció mediante los decretos 1734 y 1736 que el Ministerio de Infraestructura de la Provincia acordaba con la Municipalidad (puesto en nombres propios es Baltarsar Saravia con Gustavo Sáenz) la entrega del dinero para los trabajos de alumbrado público pautados en la ley 7939. Ese mismo día, el decreto 1732 extendió un convenio entre la Provincia y el Municipio que pervive desde 2.001, tal vez un augurio de la alianza política en curso; bajo el paraguas “recuperación del casco histórico”, Saravia esclarecía la derivación de otros 648 mil pesos para Sáenz.

La astucia del intendente Sáenz para recibir fondos de diversa chequera es digna de mención. Con distintas fuentes de financiamiento se promete la ejecución de las mismas acciones, al menos en términos conceptuales –obras públicas, enmiendas viales, soterrado y reformas en el macrocentro-. Además de los 300 millones por el Plan Bicentenario y de los 648 mil conseguidos a través del convenio por la “recuperación del casco histórico”, ambas líneas provinciales, el intendente cantor lanzó hace poco el Plan Área Centro, que promete soterrar cableados y poner en condiciones 65 calzadas en un proyecto plurianual que se extendería hasta 2018 y que implicaría una inversión de 290 millones de pesos. Los caudales llegan desde la hacienda nacional y son no reintegrables; las paya(sa)das del intendente cantor redundan en millones para los salteños. Con fondos nacionales, también están los caudales percibidos en el marco del Plan Hábitat, también del Ministerio del Interior de Rogelio Frigerio.

El Plan Área Centro se divide en ocho etapas, los aspirantes a cumplir la primera de ellas que abarca 10 cuadras de pavimentación presupuestados en 68 millones ($68.375.721) fueron dos. Concursarán la licitación Daniel Madeo Construcciones y Premoldeado del Norte de Pedro Ricardo Manzur. En la presentación de candidatos realizada ayer, Sáenz aprovechó para renombrar al plan, que había lanzado el 21 de febrero último. De ahora en adelante se llamará Reordenamiento Integral del Área Centro, ya no más Plan Área Centro. Fuentes intestinas de la gestión municipal le confirmaron a Cuarto Poder que fue una decisión de los asesores de comunicación del jefe comunal, quienes, desbordados por las lapidarias críticas al unilateral plan, decidieron relanzarlo.