Salta tuvo casi 150 gobernadores que fueron elegidos, impuestos, erigidos por voto popular o en una mesa chica de gran poder. Imposible para un alumno recordarlos a todos, acá dejamos un repaso de esos hombres que ayudaron a crear el lugar donde vivimos. (Federico Anzardi)

Un buen resumen de los gobernadores de Salta es el realizado por José de Guardia de Ponté, junto a Andrés Mendieta y Emilio Solá Bertini. Fue publicado en portaldesalta.gov.ar y muestra una extensa lista de mandatarios y una breve descripción de cada gestión. De allí obtuvimos el material que presentamos a continuación.

En total, desde 1810, fueron 145 los hombres que manejaron los destinos salteños. Algunos más de una vez. Antes de la creación de la provincia de Salta, el 8 de octubre de 1814, hubo 17 gobernadores, incluido Manuel Belgrano en 1813. El primero fue Feliciano Chiclana (23/8/1810 – 24/12/1810).

El General Hilarión de la Quintana fue el primer gobernador de la provincia propiamente dicha. El 14 de noviembre de 1814 fue designado por el Director Supremo Posadas, pero como no era natural de Salta produjo disturbios que terminaron en su renuncia, relata Guardia de Ponté. Delegó interinamente el mando en el Gral. Pedro de Alurralde.

El General Martín Miguel de Güemes (1815 – 1821) fue el primer gobernador salteño elegido por aclamación popular. Figura central de la vida política y militar del Noroeste argentino: como general de frontera, rechazó seis intentos realistas de invasión; como gobernador, intentó aplicar reformas progresistas sobre las tierras, que le granjearon la resistencia de las élites terratenientes locales; como líder político, enfrentó revueltas en Catamarca y Tucumán (1820).

José Ignacio Gorriti (16/12/1821 – 31/12/1823) fue el primer gobernador que completó su mandato. Hubo gobernadores interinos como Pablo de la Torre Ruiz, Francisco de Gurruchaga y Alejandro Heredia Acosta.

Gobernadores parientes entre sí hubo y desde hace tiempo. José de Güemes (6/12/1831 – 8/2/1832), hermano de Martín Miguel, gobernó de manera interina hasta que debió exiliarse en Bolivia. Luego llegó Martín Gabriel Güemes, nieto del prócer (9/7/1886 – 9/7/1889). Gobernó con apenas 28 años de edad.

Pablo de la Torre Ruiz (8/2/1832 – 10/12/1834) fue el primer gobernante federal. Durante su gobierno se separa Jujuy de Salta, constituyéndose como provincia aparte. El 2 de diciembre la Legislatura de Salta dictó una ley reconociendo la autonomía jujeña y el gobernador salteño comunicó este acto a su par jujeño, de apellido Fascio. Fue derrocado.

Derrocado Pablo de la Torre el 10 de diciembre, en la Legislatura salteña nombran como gobernador provisorio a José María Saravia, quien no puede cumplir el día de gobierno. Deja al frente de la Gobernación a Santiago López Carbajal, que dura dos días.

Tomás Arias (6/6/1853 – 9/5/1854) fue el primer Gobernador de la etapa constitucional. Juan Nepomuceno de Uriburu (8/5/1862 – 8/5/1864) dictó la Ley de recolección de basura. Creó el Departamento Topográfico de la Provincia. Reglamentó los servicios de la Policía de la campaña. Instauró la recaudación por contribución territorial y mobiliaria. Prohibió la enajenación de tierras públicas a título gratuito. Elevó al rango de Departamento al Partido de Cafayate. Delegó el mando en el Dr. Segundo Bedoya (9/4 – 24/5/1863) para encabezar la resistencia armada a las fuerzas de Chacho Peñaloza. Fue derrocado por su sobrino, el Coronel José Uriburu.

El Coronel Juan Solá (9/7/1883 – 9/7/1886) concretó un gobierno conciliador y progresista. Se preocupó por la prolongación del ferrocarril a Salta. Se interesó por las cuestiones limítrofes de Salta con territorios nacionales y organizó una expedición al Chaco al mando del Cnel. Rudecindo Ibazeta. Puso en vigencia el Código Rural con disposiciones sobre ganadería, labranza, dominio y aprovechamiento de las aguas. Autorizó la solicitud de un empréstito para la construcción de la Casa de Gobierno y la Legislatura. Dispuso que la Educación Pública fuera gratuita y obligatoria y quedase a cargo del Consejo de Educación. A uno de sus ministros, Juan Martín Leguizamón, Salta le debe el mayor impulso en educación común, legislación, edificios, mobiliario y bibliotecas.

El comienzo del siglo XX encontró a Salta con mandatarios diversos que no duraron mucho en su cargo. Hubo once mandatos en veinte años, algo que se fue cambiando con el tiempo: en los últimos veinte años dos personas se repartieron el poder.

En 1930, el golpe de estado, encabezado por el general salteño, don José Félix Uriburu, a sólo catorce años de haberse iniciado la experiencia democrática, la suprimió y restauró el dominio conservador con un nuevo e inquietante ingrediente: el nacionalismo aristocrático-católico. El Coronel Ernesto A. Day (7/9/1930 – 22/9/1930) asumió como representante de ese golpe.

Raimundo Meabe (30/6/1931 – 2/10/1931) fue un caso curioso: correntino, también gobernó la provincia de Buenos Aires. En el Congreso de la Nación, sus discursos los pronunciaba en castellano y la otra porción lo hacía en perfecto guaraní.

Según un racconto de nuevamayoria.com, en las elecciones de 1931 ganó en la provincia de Salta el Partido Demócrata Nacional, que fue el único que se presentó. En 1936, volvió a ganar con el 66,8%, quedando la UCR en segundo lugar con el 33,1%. El Partido Demócrata Nacional ganó también en 1940, con el 49,7%, manteniendo la UCR el segundo lugar y aumentando su porcentaje al 44,0%. En 1946, ganó el Partido Peronista con el 62,1% y la UCR continuó en el segundo lugar con el 20,7%.

En 1949, el peronismo alcanzó al 60,1% y la UCR obtuvo el 33,2%. En 1951, la ventaja del Partido Peronista se amplió, llegando al 76,5% y la UCR obtuvo el 23,2%. Carlos Xamena, antes de ser balneario, fue gobernador: durante su gobierno no hubo persecuciones políticas, ni atropellos, y su acción, siempre fija en las necesidades de los más humildes. Durante su gestión nacieron los barrios más populares.

El Tte. Cnel. Arnaldo Pfister fue el primer gobernador impuesto por el golpe conocido como Revolución Libertadora, en 1955. Lo siguieron el Gral. Aquiles Moschini y el Tte. Cnel. (RE) Julio R. Lobo.

En 1958, ganó la UCRI -como en todo el país-, con el 51,7% y el radicalismo volvió a estar en segundo lugar con el 23,0%. En 1962, ganó el peronismo con la denominación de Partido Laborista con el 30,0% y el segundo lugar fue del Movimiento Federal Democrático que obtuvo el 26,4%. En 1963, el primer lugar lo tuvieron los votos en blanco con el 40,3%, y el segundo el Movimiento Federal Democrático con el 27,5%.

Con el golpe de Onganía, en 1966, se interrumpe el gobierno de Ricardo Joaquín Durand (12/10/63 – 28/06/66) y asume Carlos H. Frabegas Moyano como interventor federal. Hasta 1971 hubo seis interventores más.

En 1973, el peronismo a través del FREJULI ganó con el 56,0% sin que hubiera segunda vuelta y el Movimiento Popular Salteño (neoperonista), obtuvo el 15,4%, alcanzando el segundo lugar.

La fórmula Ragone-Ríos obtuvo en aquella ocasión casi 121.500 votos, poco más del 57% de los votos del padrón electoral, en un triunfo aplastante sobre las otras fuerzas políticas de la provincia. Ragone tomó algunas medidas, le dio mucha importancia a la política social. Pero el 73 fue un desborde porque las demandas de la gente estaban muy postergadas. Eran tantas las expectativas y tan limitadas las posibilidades de comenzar a satisfacerlas que le fue muy difícil gobernar. La inseguridad social por la guerrilla terminó de resquebrajar el frágil gobierno que terminó siendo intervenido el 23 de noviembre de 1974. Tres años después, un 11 de marzo de 1976, cuando la provincia estaba intervenida, Ragone fue secuestrado cuando salía del almacén de Don Arredes, a tres cuadras de su domicilio. Eran las 8.30 de un día lluvioso. Su cuerpo nunca apareció, convirtiéndose en el único exgobernador desaparecido de la República Argentina.

A las nueve de la mañana del 24 de marzo de 1976, bajo estrictas medidas de seguridad que cubrían todo el radio céntrico de la ciudad, el coronel Carlos Alberto Mulhall, Jefe de la Guarnición Ejército local, prestaba juramento ante sí mismo en el edificio de Mitre 23 y se autodenominaba interventor militar en la provincia de Salta. Apenas siete horas antes se había iniciado en todo el país, el mayor operativo militar que se tenga memoria, tendiente a secuestrar dirigentes políticos, estudiantiles, gremiales y sociales.

Durante el período de la última dictadura, pasaron, además de Mulhall, Héctor Damián Gadea (22/04/76 – 19/04/77), Roberto Augusto Ulloa (19/04/77 – 22/02/83) y Edgardo Plaza (22/02/83 – 11/12/83).

El Partido Justicialista ganó las elecciones de gobernador en 1983 con el 50,67%, seguido por el radicalismo con el 26,89%, ubicándose en tercer lugar el Partido Renovador con el 17,10%. Roberto Romero (11/12/83 – 10/12/87) fue el elegido.

En 1987 volvió a imponerse con el 50,90%, frente a la Convergencia Programática que logró el 26,90% y el Partido Renovador, que obtiene el 21% y se ubica en tercer lugar. Hernán Hipólito Cornejo (10/12/87 – 10/12/91) fue el segundo mandatario de la democracia recuperada.

Cuatro años más tarde triunfa el Partido Renovador con el 56,28%, y el PJ queda en segundo lugar con el 35,94%, seguido en tercer término por la UCR con sólo el 5,44%. El mandatario elegido fue alguien que ya había gobernado en dictadura: Roberto Augusto Ulloa.

En los comicios de 1995 recupera la gobernación el PJ, que obtiene el 45,08% de los votos y es seguido por el Partido Renovador con el 42,91%. La alianza de la UCR y el Frepaso logra sólo el 8,45% de los votos. Llegaba Juan Carlos Romero.

En 1999, vuelve a imponerse el PJ, que gana con el 58,5% del sufragio, frente al 40,5% de la UCR, y en 2003 el PJ consigue el 49,7%, seguido del Partido Renovador con el 24,4%, y la alianza liderada por el radicalismo, Unidos por Salta, queda en tercer lugar con el 16,9%. Romero consigue su reelección.

En el 2003, Salta volvió a elegir a Romero, que contaba en sus filas con un muchacho que prometía: Juan Manuel Urtubey, el mismo que cuatro años más tarde se despegaría y lograría la gobernación. En 2011 conseguiría la reelección. En 2015, Urtubey disputó una nueva elección, en este caso contra su mentor Romero. Los dos manejaron la provincia durante veinte años.