A dos años del viaje que Urtubey y Miguel Isa realizaron a EEUU para reunirse con el genio de la arquitectura, César Pelli; el mirador del Cerro San Bernardo y el Museo Cultural que prometieron construir no aparecen por ningún lado. (G.T.)

Es imposible saber por qué lo hicieron. Nunca lo explicaron y, de hecho, nunca volvieron a hablar del tema. Hace más de 2 años, en junio de 2013, Juan Manuel Urtubey y Miguel Isa se subieron al avión y viajaron a Estados Unidos para reunirse con el genio de la arquitectura moderna César Pelli, creador entre otras muchas maravillas de las Torres Petronas en Kuala Lumpur, Malasia, los edificios más altos del mundo durante varios años.

Desde allá, voceros oficiales comunicaron que “el prestigioso arquitecto argentino podría dejar su sello en Salta con dos obras” y anunciaron un mirador en la cima del cerro San Bernardo y el museo cultural. “En los estudios que el profesional tucumano tiene en New Haven (Connecticut, Estados Unidos), y donde trabaja con un equipo de 100 profesionales, bosquejaron el mirador que se construiría en la cima del cerro San Bernardo con fondos privados y el museo cultural, que con recursos estatales se levantaría en la esquina de Juramento y España” informó la prensa gubernamental y reflejó el encuentro con una fotografía en la que también aparece el ministro de Cultura y Turismo, Mariano Ovejero. Fuera del lente de la cámara quedaron Carlos Parodi y Carlos Abeleira responsables en ese momento de la economía y las finanzas provinciales y municipales, respectivamente.

“El desarrollo es maravilloso y con integración plena y trabajo mancomunado podemos crecer como ciudad, como provincia”, dijo entonces el mandatario provincial. Y el jefe comunal agregó que “somos un gran equipo, con ideas fuertes”. A la fecha, sin embargo, nada queda de aquel rutilante anuncio. Pelli nunca volvió a Salta (la provincia dónde dejó la primer obra de su revolucionaria carrera profesional) y del mirador y del museo no hay ni un proyecto.

En la cumbre del San Bernardo se encuentran el gimnasio de las nubes, “el más alto del mundo” según dicen, una confitería, un grupo de artesanos que venden el trabajo de sus manos y algunas mercancías producidas en serie y poco más; nada que anuncie la construcción de un mirador. En Juramento y España, en tanto, tampoco hay aviso de un museo alguno: en la esquina conviven una fábrica de muebles, una dependencia policial, una vivienda particular y el edificio de la Asociación Docente Provincial; por España de los cerros al centro se suceden casas y negocios y lo mismo ocurre en Juramento de norte a sur.

De aquel proyecto nunca más se supo nada y sólo puede intuirse que para el gobernador y, sobre todo, para el intendente fue la única posibilidad de dejar una obra de trascendencia que lo salteños puedan recordar de su gestión. No fue así: después de 12 y 8 años de gestión, Isa y Urtubey dejan el Monumento al Quirquincho en la zona norte de la ciudad y poco más. Son como dijeron entonces “un gran equipo” y tienen 4 años por delante para concretar todos aquellos proyectos olvidados como, por ejemplo, la construcción del Museo de la Guerra Gaucha y del General Martín de Güemes que se anunció en febrero de 2011 cuando la provincia expropió la “casa de Güemes” en la calle España a metros de la Plaza 9 de Julio.