La Virgen del Cerro muestra que no siempre la devoción es salteña y popular. Un relevamiento del 2011 con los investigadores del CONICET, Ana Lourdes Suárez y Aldo Ameigeiras, mostró que la mayoría de los devotos no son salteños y provienen de sectores medios con alta formación profesional. (Agustín Pérez Marchetta)

La historia de María Livia y las “apariciones” de la Virgen ya son por todos conocidas. Digamos sólo al respecto que la peregrinación se inicia en 1990 cuando una mujer de mediana edad, María Livia, manifiesta que experimenta frecuentes “apariciones” y mensajes de la Virgen en distintos lugares y momentos del día. Desde entonces, todo fue vertiginoso: se comienza a nuclear un grupo de personas que periódicamente rezan el rosario; esas reuniones son convocadas por M. Livia y la directora de una escuela que años más tarde se distanciará de la “vidente”; durante 5 años sólo el confesor de M. Livia sabe de las apariciones y de los mensajes; en 1995 las Carmelitas Descalzas del Monasterio San Bernardo adoptan espiritualmente a María Livia y le dan apoyo explícito; el obispo local autoriza la publicación de los mensajes de la Virgen a María Livia hasta que con el cambio episcopal, de fines de los noventa, se frena la difusión de nuevos mensajes y se establece una comisión para estudiar la “aparición”.

Ese hecho no impide que la organización se consolide y las “apariciones” continúen. El contacto entre la virgen y María Livia es tal que la primera sería la que le indica a la segunda (María Livia suele utilizar la frase: “la virgen me dijo…” o “la virgen dice…”) bajo qué advocación “nueva” se está presentando; dándose a llamar “La Divina madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús”. Hasta le dictó lo que pasó a ser la oración “oficial” de la obra y le indica los pasos a seguir.

En el 2001, gracias a una donación efectuada por una familia de Buenos Aires, la organización adquiere tierras en la zona de Tres Cerritos en Salta. Este hecho marca un momento de inflexión. Con un lugar propio; con un espacio público donde reportar las sucesivas “apariciones”, la organización (compuesta por alrededor de 200 “servidores”) se consolida y comienza una nueva etapa. Progresivamente, miles de personas se fueron congregando todos los sábados en el cerro. Una multitud que fue creciendo hasta alcanzar diez o quince mil personas cada sábado.

Devotos vip

¿Quiénes son los que van al cerro? Esa fue la pregunta que provocó que, en marzo del 2011, estuviéramos un sábado en una de las ceremonias a la que concurrieron alrededor de 7000 personas. A una muestra aleatoria de 200 personas adultas les hicimos una encuesta,  entre cuyos ítems figuraba el lugar de procedencia. Los resultados permiten afirmar que los salteños no son mayoría en esa devoción.

Las procedencias de los peregrinos registran un amplio espectro. Una gran mayoría proviene de lugares fuera de la Provincia de Salta. Encontramos peregrinos pertenecientes a 16 provincias del país y de Uruguay. La provincia con mayor presencia es Buenos Aires (con un cuarto de los asistentes); seguida de Córdoba, Tucumán, Salta y Misiones (15 %, 9%, 9% y 8% respectivamente). Como se observa, Salta, siendo la provincia en la que tiene lugar el evento, no llega a concentrar una décima parte de la concurrencia.

En la concurrencia al cerro hay una fuerte presencia femenina. Representan al 71,4%. La media de edad es de 44 años, con un rango entre 15 y 80 años. Se trata de una instancia que confirma la gravitación fundamental de la presencia de la mujer en relación tanto a los acontecimientos como a los grupos y organizaciones dedicados a la devoción mariana.La presencia de adolescentes es muy escasa (5%); los jóvenes entre 20 y 30 años representan casi un quinto de los concurrentes. La mayor concentración está en personas de edades adultas: entre 31 y 65 años (64%). Las personas mayores de 65 años representan el 11,5%. Los datos permiten afirmar que el concurrente típico al cerro es una mujer entre 31-65 años.

Es una población con un nivel de instrucción superior a la media del país. Considerando solo a los mayores de 18 años, el 35% completó estudios universitarios o terciarios. En el otro extremo, poco más de un cuarto de los concurrentes no completaron la secundaria, evidenciando que al cerro también concurren sectores con niveles de instrucción bajo.

Siguiendo con los datos sociodemográficos básicos de la población mayor de 17 años que asiste al cerro, la mayoría están casados (45,3%), un tercio son solteros, 12,2% están separados o divorciados, 6,1% están unidos de hechos, y 6,1% son viudos. Considerando su vinculación con el mercado de trabajo, la gran mayoría de la población en edad activa -18 a 65 años- está efectivamente ocupada (74,8%), 3,1% están desocupados y 22,0% son inactivos. En este último caso son más las mujeres: casi un cuarto de éstas no se vinculan con el mercado de trabajo. Consideramos que la fuerte presencia de mujeres activas entre las que asisten al cerro, es un indicador del tipo de mujeres que allí concurren: tienden a tener un perfil con mayor nivel de instrucción y más profesional que el conjunto de las mujeres del país.

La casi totalidad de los concurrentes al cerro afirma creer en Dios. Solo una persona afirmó lo contrario. Estos guarismos tan elevados son consistentes con los del total país (91,1%), pero un poco más acentuados. Lo mismo sucede con la identidad religiosa. En su gran mayoría los concurrentes afirman ser católicos (97,4%); sin embargo aquí la diferencia porcentual con el total país es más acentuada, ya que la población argentina según los datos de la Primera Encuesta Nacional sobre Creencias y Valores Religiosos, es católica en un 76,5%. Los asistentes al cerro son católicos, pero solo un tercio de ellos afirma asistir con frecuencia a la misa. Si bien este porcentaje es levemente mayor que el del total país, pueden leerse como indicativo de una población en la que sólo muy levemente están sobrerepresentados los católicos con mayor compromiso institucional.

Entre los grupos de Iglesia al que asiste el grupo de concurrentes al cerro que afirman tener un cierto grado de participación y compromiso en organizaciones religiosas se nombraron tres tipos. Por un lado están los que pertenecen a Movimientos Religiosos, entre los que fueron nombrados: la Acción Católica, Cursillitas, Schoenstad, Movimiento Familiar Cristiano, la Renovación Carismática, Grupo Neocatecumenal, y la Legión de María. Un segundo grupo mencionó pertenecer a grupos parroquiales. Y un tercer grupo mencionó participar activamente en grupos de oración; entre éstos se mencionaron: grupo de oración de la Virgen del Cerro, y el de la Virgen de Santa Rosacruz.

Resumiendo, en términos sociorreligiosos hay una sobrerrepresentación de población con altos niveles de instrucción. Se evidencia asimismo una sobrerrepresentación de mujeres adultas quienes tienden a tener buenos niveles de instrucción y un perfil profesional. En términos de procedencia, podemos afirmar que al cerro concurren de todas partes del país; pero se destacan las personas que provienen de Buenos Aires, Córdoba y Tucumán. Los concurrentes “locales” son pocos. Los responsables de la organización sostienen que la presencia de los salteños se da durante la semana.

Estuvimos a principios de enero del 2011 yendo a diario al sitio para darnos una idea de la actividad y del tipo de concurrencia en días de la semana. En base a nuestras notas de campo concluimos que pasaron por el lugar no más de 50 personas que en su mayoría, efectivamente, eran salteños aunque entre las personas que circularan a diario estaban aquellos que realizan tareas de mantenimiento en el lugar.