En las próximas elecciones provinciales, tal vez, nadie tome todo y todos -en vez de poner- se queden con algo. Eventuales ganadores y perdedores se verán más allá de las primarias del 12 de abril y de las generales del 17 de mayo. (Gonzalo Teruel)
Como en una particular perinola, el proceso electoral que se avecina puede arrojar el interesante resultado de “todos ganan”. En rigor de verdad, en la perinola el premio mayor es “toma todo” y el peor de los castigos “todos ponen”.
Entre las principales figuras de la política salteña los que más arriesgan son los candidatos a gobernador. Si Juan Manuel Urtubey gana, gana en serio y no sólo reafirma su liderazgo provincial sino que además se proyecta al escenario nacional como presidenciable; si pierde, pierde mucho aunque le queda casi un año para negociar una salida decorosa y ofrecer su figura como vicepresidenciable, algo difícil pero no imposible. En un sentido parecido, si gana Juan Carlos Romero también tendrá un gran triunfo y una íntima revancha para con todos sus detractores; si pierde, está cubierto y mantiene su asilo y sus fueros hasta 2019 en el Senado de la Nación.
Miguel Isa también juega y aún perdiendo podrá hablar de victoria al haber provincializado su figura de cara al futuro cercano. En menor medida, lo mismo ocurre con Juan Collado, Miguel Nani, y Claudio Del Plá en el PRO, la UCR, y el PO. Amarrado a Romero, Alfredo Olmedo usará la campaña para volver al escenario después de un año sin cargos públicos.
Los principales candidatos a intendente, Guillermo Durand Cornejo y Pablo López, tienen al alcance de la mano un premio enorme pero en caso de ser derrotados conservan la garantía de futuro desde sus bancas en el Congreso de la Nación hasta 2017. En el PJ y por extensión en sus partidos aliados, el que más votos sume habrá ganado y, aún perdiendo la elección general, podrá alegar que encabeza la resistencia a la derecha y la izquierda en la principal ciudad de la provincia.
Esa lectura hizo Manuel Santiago Godoy cuando esta semana dijo que va a “atajar el penal del campeonato” al evitar que los candidatos de Romero ganen la ciudad, empañen el triunfo de Urtubey en la provincia, y dañen políticamente al proyecto nacional de Cristina Kirchner.
Otros dirigentes como Javier David, Matías Posadas, y Gustavo Saénz también apuestan. Si les va bien tirarán fuegos artificiales y si les va mal se justificarán diciendo que hicieron el esfuerzo pero que la empresa era imposible. Por si acaso, David y Posadas tienen mandato vigente en la Legislatura.
A Pablo Kosiner y Eduardo Sylvester les gustaría jugar pero, por ahora, esperan un guiño de Urtubey. Sus posibilidades no se agotan en mayo y pueden crecer para los comicios nacionales de octubre. Cualquiera sea su destino, son figuras jóvenes y cercanas al gobernador y siempre tienen una silla esperándolos en el Grand Bourg.
Puertas que se abren
Algunos de los principales candidatos ya están en funciones en cargos electivos. Si obtienen un buen resultado electoral tendrán que renunciar a ellos para asumir en los nuevos y eso abrirá la puerta del Congreso y la Legislatura a otros dirigentes. Por ejemplo, si Juan Carlos Romero es elegido gobernador deberá renunciar a su senaduría y en su lugar tendrá que asumir Sonia Escudero que confirmó su voluntad de hacerlo. Lo mismo ocurrirá con las hipotéticas dimisiones de Guillermo Durand Cornejo y Pablo López que deberán ser reemplazados en Diputados, en el caso que corresponda, por Teresita Sansone y por la concejal Marta Martín. En Salta, en cambio, si Javier David o Manuel Santiago Godoy son los que renuncian a la Legislatura llegarán Raúl Romeo Medina y Facundo Cattaneo, hoy funcionario municipal.
“Cuando renuncia un legislador lo reemplaza el que le seguía en la lista por la que ganó las elecciones”, explicó un periodista acreditado en la Legislatura. En el mismo sentido, un trabajador de prensa con años en el Congreso enseñó que “en el caso de renuncia de los diputados o senadores, asume el que sigue en la lista y recién una vez agotada la nómina de titulares se pasa a los suplentes”.
Puertas que se cierran
Sin partido y sin candidatura provincial o nacional, finalmente, el diputado Bernardo Biella es casi el único que con certeza perderá en 2015.
Todavía con margen de negociación política y un par de semanas hasta la presentación de las listas, todo está aún por definirse aunque las puertas del frente que gobierna la provincia parecen cerrarse al Partido Renovador y al Partido de la Victoria. Andrés Zottos, Sergio Leavy, y José Vilariño deberán decidir si juegan o si esperan un turno y apuestan a salvarse con la rueda de la fortuna de las elecciones nacionales del segundo semestre.