Osvaldo Bayer presentó su nuevo libro, una edición facsimiliar del diario que publicó de manera autogestionada a fines de la década del cincuenta en la ciudad de Esquel. Un trabajo que marcó la vida profesional del historiador y periodista y lo definió como un luchador incansable a favor de los trabajadores (Federico Anzardi).

El sábado 17 de junio se presentó La Chispa, el nuevo libro del periodista e historiador Osvaldo Bayer. El evento se realizó en el auditorio de FOETRA, el sindicato de los trabajadores de las telecomunicaciones, en la Ciudad de Buenos Aires. La publicación recupera los ocho números del periódico autogestionado que Bayer hizo circular en la ciudad de Esquel entre diciembre de 1958 y abril de 1959.

Bayer, de noventa años de edad, fue muy aplaudido por los asistentes que colmaron el auditorio y escucharon las distintas intervenciones que formaron parte de la presentación. El primero en hablar fue Esteban Bayer, periodista e hijo del historiador, quien explicó que La Chispa tiene los tres componentes esenciales de la obra de su padre: la Patagonia, el periodismo y la lucha. Agregó que se trató de una etapa que “marcó a la familia y a toda la trayectoria profesional de Osvaldo”.

Bayer se radicó en la ciudad de Esquel en 1958, contratado como redactor por el diario local del mismo nombre. “Por diferencias insalvables en el tratamiento político de las notas, es despedido del diario, sin paga y con una acusación desopilante: tentativa de homicidio contra el empresario/dueño del medio. Lejos de correrse de la escena, decide quedarse y fundar el periódico ‘La Chispa’. En su breve duración, denuncia a los latifundistas y terratenientes del lugar, describe con detalle el robo de las tierras del Cushamen por parte de comerciantes y políticos, celebra la revolución cubana y desgrana toda su pluma contra las políticas económicas heredadas del golpe de 1955 y continuadas por lo que el periódico llama ‘la gran estafa argentina’. Editamos aquí la breve experiencia ‘chispera’ de Osvaldo Bayer en la Patagonia, en edición facsimilar, pues es un documento invaluable por la persistencia de muchas de las denuncias que aún tiñen el presente económico y político de la Argentina”, escribió el historiador Bruno Nápoli en la contratapa del libro, que lo tuvo como curador.

“Osvaldo llegó a Esquel con esposa y dos hijos. Después nacimos dos más. Cuando sacó La Chispa, Osvaldo tenía 31 años. Se arriesgó en esa lucha sin pensar cómo iba a aguantar a la familia. Era más importante la lucha. Y tuvo junto a él a la gran compañera de toda su vida, Marlies Joos, nuestra vieja, que lo ayudó a sacar La Chispa. Me imagino los debates a la noche hablando entre los dos. Ella era la única persona autorizada a corregir y leer sus textos”, recordó Esteban durante la presentación. “Fue una etapa que lo marcó a nivel profesional porque creo que ahí encontró su estilo periodístico -continuó-. Encuentra en Esquel el lenguaje directo de un periodismo comprometido que sabe que tiene que llegar a la población, que la gente tiene que saber entender lo que está escribiendo. Creo que también es una parte del éxito de sus libros. No sólo la investigación como tal sino el lenguaje directo entendible para todo el mundo”.

El diario La Chispa tenía una declaración de principios explícita impresa en su título: “Contra el Latifundio – Contra el Hambre – Contra la Injusticia”. Bajo esa línea editorial, Bayer, en colaboración con Juan Carlos Chayep, escribió sobre los hechos que se ocultaban para beneficiar a los empresarios y a los políticos. Denunció negociados, arengó a los trabajadores para que se animaran a hacer valer sus derechos y buscó dejar en evidencia a los notables.

Hoy como ayer

“Mientras los barrios de Comodoro siguen cubiertos de agua y barro, y decenas de vecinos evacuados demandan insumos básicos como agua potable, pañales, pan y leche, el supermercado La Anónima, propiedad de la familia del jefe de Gabinete Marcos Peña Braun y del secretario de Comercio Miguel Braun, fue denunciado por remarcar ‘más de un 100 por ciento’ los precios en las zonas más perjudicadas por la catástrofe ambiental”, se puede leer en un artículo del diario Página 12 del viernes 7 de abril de 2017.

En el número 3 de La Chispa, publicado el 24 de enero de 1959, Bayer escribió: “En horas de la tarde de ayer se ha practicado un procedimiento ordenado por el Delegado de la Dirección de Comercio, Industria y Abastecimiento de la zona Oeste del Chubut, en la que se comprobó la existencia en los depósitos de la Casa Lahusen y Cía, de la cantidad de 118 bolsas de azúcar. Ha motivado ese procedimiento la denuncia efectuada ante esa Delegación por un ciudadano, en la que se dejó sentada la negativa de venta de ese producto por el Sr. Hipólito Galán empleado de esa firma (…) El solo hecho de negar la venta de cualquier producto en existencia a cualquier persona, constituye un delito, pues ninguna ley en nuestro país autoriza a eso y menos a seleccionar la clientela en la venta de cualquier artículo de primera necesidad. El comercio debe estar al servicio del pueblo, tiene la obligación de abastecerlo, pues ese pueblo que consume es el que le da la ganancia”.

“No es de ahora, lo hicieron siempre. Osvaldo lo denuncia acá (en el libro). Cada vez que hay sequía, frío, tormentas o inundación, esta gente hace acopio de mercancías porque son los dueños de las tierras, son los dueños de lo que da de comer. Por eso, Osvaldo dice ‘contra el latifundio’. Esa es la pelea de Osvaldo”, dijo Nápoli durante la presentación del libro, mientras mostraba imágenes de La Chispa en pantalla gigante.

Luego, el curador mencionó otra nota de Página 12 de este año que hablaba de una “represión feroz del gobierno de Cambiemos en las tierras de Cushamen” y mostró un artículo de La Chispa titulado “Es necesario cuanto antes tratar el drama de las tierras de Cushamen”. Después, otra nota de Bayer: “Es urgente que los legisladores traten el despojo de las tierras de Cushamen”.

“Ya estaba denunciado esto. Hace años que Osvaldo viene denunciando esto, no es nuevo. Esto pasó siempre, esté el gobierno que esté. Por eso la importancia de que La Chispa vuelva a circular”, agregó Nápoli, que finalizó su intervención con imágenes de recortes periodísticos de distintas décadas en los que se informaba sobre actos en repudio contra Bayer por parte de políticos nacionales y provinciales. Por ejemplo: 3 de febrero de 1959: “La Cámara de Diputados de Chubut pide informes sobre el señor Osvaldo Bayer y sobre La Chispa”. 5 de junio de 1974: la Cámara de Diputados de la Nación Argentina discute sobre La Patagonia Rebelde y si la película debe estrenarse o no. En la década del noventa: “El Senado de la Nación solicita un repudio al señor Osvaldo Bayer por sus dichos sobre la Patagonia”. 31 de mayo de 1995: “El Concejo Deliberante de Río Gallegos repudia las declaraciones de Osvaldo Bayer”.

“Cincuenta años hablando de Osvaldo. Cuando él ataca a los dueños de la tierra, al latifundio, los que lo atacan a él son los políticos. ¿Qué alianza hay ahí? ¿Por qué la Cámara de Diputados y de Senadores se dedican a repudiar a Osvaldo y a discutir por qué dice esto? ¿Por qué no van a ver a los dueños de las tierras, que son los que se roban la comida de la gente? Eso es La Chispa, ése es el rescate, casi sesenta años después. Que salga de nuevo, que vuelva a circular. Que los estudiantes de periodismo sepan lo que es denunciar a todos, gobierne quien gobierne. Salió La Chispa, como los antiguos canillitas, hay que salir a pregonarlo”, dijo Nápoli entre aplausos.

Luego llegó el turno de Bayer, que escuchó todas las intervenciones en silencio. “Una vez más veo que la verdad triunfa, que el tema de la Patagonia ya es imposible encubrirlo y esconderlo. Ya salió, ya quedó para la historia”, dijo, y celebró a “los sencillos, los humildes” que “haciendo uso de sus derechos” lucharon por conseguir justicia. El periodista terminó el breve discurso con una expresión que resonó en todo el auditorio: viva la libertad.

Foto: Facebook La Chispa