Rubén Méndez, el destituido intendente de Salvador Mazza se encuentra tranquilo mientras el municipio se hunde en el caos. Conozca el porqué de semejante comodidad. (Aníbal Roldan)

Salvador Mazza parece reunir todos los condimentos para serie policial: pueblo fronterizo, cruzado por el narcotráfico, crímenes con signos mafiosos, intendentes destituidos e incluso concejales prófugos. Salvador Mazza tiene todo lo que usted se puede imaginar.

La crisis en la localidad fronteriza no solo puede medirse por el avance del narcotráfico sino también por la precariedad política. Hace poco acaparó la escena política el oficialista Rubén Méndez. Ocurre que el 3 de mayo de este año, 8 de los 9 concejales decidieron iniciarle juicio político de destitución. Los ediles lo acusaban de haber cometido diversas irregularidades en el uso de dinero del municipio. Y Méndez no tardó en ser apartado. Las pruebas sobre el desmanejo en los recursos económicos eran contundentes, entre ellas se destacaba la falta de rendición del cobro de peaje, cuya recaudación nunca apareció. El exintendente jamás se presentó a dar cuentas de la situación financiera en el concejo.

Méndez llegó a ser jefe comunal como parte de una lista liderada por el gobernador Juan Manuel Urtubey, y tras asumir nombró a una veintena de familiares. Esa no fue la única maniobra en su beneficio. Al repasar las contrataciones aparece que el municipio contrata a su empresa Maiba S.A. para todo tipo de eventos. Es que Méndez tiene un negocio clave en la zona: la distribución de Coca Cola y  cerveza Schneider.

Uno de sus compañeros de lista fue Mauricio Gerónimo, quien se encuentra prófugo desde principios del año 2016. El hombre, fue electo concejal por el Frente Grande, agrupación alineada al Frente para la Victoria. Su relación con el narcotráfico es señalada en la causa “febrero blanco”, donde se incautó un cargamento de casi 300 kilos de cocaína. La justicia lo señala como uno de los organizadores del trasporte de droga, cuya labor es fundamental en la zona. Se conoce que en camiones con acoplados perfectamente diseñados para el tráfico se pasa escondida la cocaína.

El flujo de camiones es enorme en Salvador Mazza y justamente por eso es que el único municipio que cobra peaje cada vez que entran o salen. Gerónimo, según se sospecha, era el responsable de garantizar este paso.  Por la misma causa quedó detenido hasta el momento Alejandro Maurín, quien fue presidente interino del concejo deliberante en el momento que el intendente Rubén Méndez se encontraba de licencia por razones de salud. También, un hombre del FPV.

Que las cosas se hayan salido de cualquier cauce en Salvador Mazza no es ninguna novedad. Tampoco que fuera desplazado su intendente. Lo que más llama la atención es lo que comentan fuentes que husmean a su alrededor: la tranquilidad con la que se mueve Méndez. Es sabido que todavía tiene la banca del gobernador aunque se habla respecto a los rumores que señalan sus vínculos con un clan narco, y si bien resulta imposible que los testimonios salgan a la opinión pública, cierto es que varias veces aseguran que su tranquilidad no sólo estaría dada por el apoyo político de Urtubey sino por la impunidad con la que goza esta pyme de la droga que opera en la frontera.

Como fuese, Mendez tiene todavía el recurso de la justicia para no ir tras las rejas. Su abogado, Pedro Guillen, un hombre íntimamente ligado al romerismo, tiene que garantizar su libertad. Por ahora desde su entorno dan por descontado que la justicia lo declarara  inocente.