Un cargamento que supuestamente contenía imágenes de nuestro salvador fue interceptado en la frontera. Tras una simple revisión se pudo determinar que no eran de yeso, sino de cocaína.

Aprovechando que se vienen las épocas navideñas y por la frontera suelen circular distintos adornos relacionados con el armado de los arbolitos y/o pesebres, nunca falta el inadaptado que intenta ingresa narcóticos ilegales a este suelo generoso.

Los testigos aseguran que dos de los gendarmes intervinientes se persignaron tres veces antes de realizar las pruebas correspondientes para determinar si las estatuillas del niño dios que un sujeto de nacionalidad argentina pretendía ingresar por la frontera de Aguas Blancas estaban o no llenas de droga.

“Eran cobanis pero católicos hasta el tuétano”, comentó uno de los que compartía el bus con el detenido, además aseguró a El Polichombi que tras la detención del narcotraficante el viaje hasta la capital provincial “estuvo piola”.

En total se registraron 37 niños dios rellenos de merca, 2 hechos de yeso y uno que no se pudo determinar bien si era yeso o merluza. Todos eran transportados en una caja común y corriente por Roberto Chocobar (26), oriundo de la ciudad de Perico.

Hasta ahora no se pudo determinar la procedencia del cargamento, pero sí se supo que el destino era Tucumán. El traficante quedó detenido y a disposición de la justicia.

La pregunta que queda para nosotros los fieles, es si quemar a esos niños dios será pecado o no. Eso lo definirá, también la justicia.