Uno de los analistas más reconocidos de la comunicación en el país, Martin Becerra, conversó con Cuarto Poder sobre los cambios comunicacionales del gobierno de Macri y la incidencia de los medios en la política. (M.A.)

Martin Becerra trabajó como periodista en diferentes medios gráficos y es docente de la UBA y la Universidad Nacional de Quilmes. En su vasta obra publicada se incluyen artículos periodísticos, académicos y varios libros que estudian la historia de los medios y las transformaciones tecnológicas. Antes de disertar en la UNSa. Martin Becerra conversó con Cuarto Poder acerca de lo que domina rigurosamente: las políticas de comunicación en Argentina.

C.P.: ¿Cómo analiza los cambios que hubo, como ser la creación del Ente Nacional de Comunicaciones o la prórroga de licencias, entre otros, y cuáles son sus efectos en el sistema de medios?

M.B.: Los cambios impulsados por el macrismo modifican y afectan decisivamente la estructuración del sistema de medios en nuestro país. En primer lugar,  a través de la gubernamentalizacion del órgano de aplicación de las políticas, que depende directamente de Macri al punto de designar a la mayoría de sus miembros y por ello tiene un claro control. En segundo lugar, se habilitó la posibilidad de que los grupos multimedios puedan concentrarse aún más; esto con la excusa de la convergencia, por ejemplo, al grupo Clarín se le permite cruzar al mundo de las telecomunicaciones, algo que antes no podían hacer o no lo podían hacer de la manera que ahora se lo permite; además anuló el tope de licencias que puede tener un mismo cable operador, al mismo tiempo prorrogó todas las licencias de aire de radio y TV. El conjunto de estas medidas tiene un efecto regresivo en relación a la ley de medios.

Una de las ideas centrales de la ley de medios era que todos los ciudadanos tenían derecho a gestionar una licencia, es decir que generaba la ilusión de que todos podríamos producir contenidos…

Esto que se había reconocido formalmente nunca se cumplió y el conjunto de medidas adoptadas por Cambiemos obtura este derecho: ya no va a ver licencias en concurso dado que ellas fueron prorrogadas y que los límites a la concentración de la propiedad y los límites  que había también fueron ampliados, o sea que los grandes jugadores no tienen ninguna obligación legal de desprenderse de sus licencias. Eso tiene que ver con la concepción de la economía del macrismo; sin embargo creo que el gobierno tomo una medida correcta en relación al manejo de los medios del Estado porque ha iniciado un proceso de alejamiento de lo gubernamental de la programación aunque lo ha hecho a expensas de perder audiencia. Ya no se mete en la disputa por los partidos de futbol, es decir por lo más popular en Argentina, a su vez, esto representa una buena acción para los privados, los cambios que hubo, de todas maneras, no afecta la estructura del sistema de medios ya existente.

Alguna vez señalaste que el mercado de medios en nuestro país no llega ser capitalista, sino que se trata de un proto-capitalismo, ¿por qué lo calificas así?

El sistema de medios argentino es muy dependiente del Estado en lo económico, incluso los grandes medios privados. Cuando Macri por decreto prorroga todas las licencias eso  significa que el Estado socorre económicamente a los grandes grupos de medios. Se trata de un subsidio porque se entrega un recurso que es el espacio radioeléctrico sobre el cual hay licencias expedidas, entonces el Estado le permite usufructuar por 15 años más, sin tener una contraprestación, es decir 15 años más de negocios. Otro ejemplo es la publicidad oficial. Si bien Macri ha disminuido el monto altísimo que el kirchnerismo dedicaba a la publicidad oficial, sigue dedicándole una gran suma y sigue siendo discrecional su asignación, que es algo que se le criticaba, y con razón, al kirchnerismo. En ese aspecto sigue todo igual.  El estado otorga exenciones impositivas para una buena parte de empresas periodísticas y como si esto fuera poco también ha hecho condonaciones previsionales y fiscales, entonces está claro que para que todo el sistema funcione es necesario el auxilio económico.

Es conocido como el Estado banca a los medios, pero ¿es posible regular esto?

Considero que debe haber algún tipo de regulación para que no sea discrecional y no sea un sistema de premios y castigos. Para que no dependa del ánimo de un funcionario o el temperamento de un presidente sino que este regulado y que lo discutan los legisladores en el congreso y que se les otorgue a las empresas que tiene a sus trabajadores en blanco y que tengan un porcentaje de producción local.

Actualmente, ¿cómo inciden los medios en la situación política?

Los medios inciden en la situación política históricamente pero el nuevo escenario creado por la revolución digital, la actuación de intermediarios globales como Google o Facebook, atenúan en cierto modo el monopolio que tenía los medios en el proceso de distribución de los contenidos que fabrican. Los medios, antes, distribuían el contenido que realizaban e incluso los comercializaban; hoy, masivamente buena parte de esos contenidos que siguen produciendo los medios son distribuidos y comercializados por intermediarios digitales como Facebook, entonces el impacto que tenían los medios está intermediado por estos agentes que escapan el control, y además fastidia mucho a los medios tradicionales, por eso digo que la incidencia de los medios esta relativizada por la emergencia de estos gigantes digitales.

Varios periodistas afines al gobierno critican que no comunica bien o que se manejó mal a la hora de comunicar el tarifazo en los servicios públicos, ¿cuál es tu opinión?

El tarifazo del gas no es un problema de comunicación: pretendieron de manera draconiana golpear el bolsillo de la mayoría de los argentinos sin ninguna consulta. Eso tiene que ver con la política general al igual que, por ejemplo, designar jueces de la Corte por decreto no es un problema de comunicación, sino que tiene que ver con su concepción de las obligaciones que tiene el Estado con la sociedad. Creo que siempre es debatible en qué medida la comunicación es o no eficaz para disimular los errores y para potenciar las virtudes del gobierno de turno, este razonamiento vale para Macri pero también para Juan Domingo Perón. En ese sentido, el gobierno tiene claros errores de comunicación, un ejemplo es el sobre diseño, es decir el exceso de laboratorio de sus piezas comunicacionales, un ejemplo es el caso de Antonia. Macri y Awada son personas que convivieron en parejas antes, tuvieron hijos; en ese sentido la pieza comunicacional de Antonia es tan sobre actuada que resulta evidente hasta para un ciudadano de a pie.  Todo el laboratorio que está fabricando esa pieza es notable y eso puede ser un boomeran, porque por momentos la parejita feliz resulta simpática, cae bien pero si se acumula un malestar social por motivos que no son los de Antonia sino los de la economía como los del tarifazo puede complicarlo y mucho.

¿Cuál es tu visión sobre los medios en el interior?

El sistema de medios está fuertemente centralizado en Capital Federal. En la Argentina profunda hubo una considerable creación de capacidades productivas y en las capitales de las provincias eso es notable. Pero la singularidad es que hay más producciones a nivel de información que de ficción. Y esto es así porque hacer ficción es mucho más caro. A lo sumo hay algo de ficción en Córdoba y Rosario por fuera de Buenos Aires. Mientras decrece la población de las ciudades también decrece la producción de ficción y eso es un gran problema y tendría que ser un tema de políticas públicas; si bien el kirchnerismo intento impulsarlo fue errático y no concluyo del todo bien. Macri se respalda en el mercado, razón por lo cual, no va a impulsar producciones de interés cultural y en la mayoría de casos es la única posibilidad que hay de llevarlas a cabo dado que no existe un mercado privado que las pueda sostener. Hay capacidades productivas pero no una política para el desarrollo del interés social y cultural.