Numerosas llamadas anónimas al 911 denuncian la presencia de una especie de homúnculo que por la noche vende sustancias ilícitas en la zona del ingreso a Salta. No saben si es joda o qué.

Desde que se habilitó el sistema de denuncias anónimas para combatir el microtráfico numerosos han sido los llamados a este servicio. Muchos de ellos, hasta ahora, se pensaba eran una broma: vecinos de la zona del acceso a la ciudad reportaban la presencia de un pequeño ser, símil duende, parado en las esquinas con actitud sospechosa.

No fue sino hasta que la cantidad de denuncias superó la veintena que la noticia trascendió ante la inacción de las fuerzas del orden. Lo que los vecinos del barrio El Mirador denuncian es la presencia de lo que en un principio se pensó era un simple enano pipero, pero luego se pudo constatar es más bien una entidad paranormal cercana a lo que en la tradición popular se denomina duende.

La característica de este duende radica en que no posee la típica oferta que todos conocemos, una mano de lana y la otra de hierro, sino que a sus interlocutores les ofrece una mano de frula y la otra de churro. Al menos así dicen que lo han visto actuar cuando realiza el tradicional pasamano con los drogadictos de la zona.

La floja presencia policial en el lugar hace que este ahora conocido como “duende dealer” haga de las suyas a todas horas, según consta en las denuncias realizadas por los lugareños a El Polichombi.

Consultado por este pasquín, el jefe de la policía salteña aseguró “é’ todo mentira papilo”.