El Encuentro Nacional de Mujeres resultó el más convocantes de la historia. Por primera vez se realizó un taller de “Mujeres y feminicidios” donde también se debatió el rol de los hombres. En las conclusiones, se señaló a los medios de comunicación como reproductores de violencia simbólica.  (Andrea Sztychmasjter)

El femicidio de la maestra rural Evelia Murillo ocurrido a días de realizarse el Encuentro, atravesó las tres jornadas del evento. “Todas somos Evelia”, la frase impresa en carteles y banderas estuvo presente en todos lados y mujeres de todo el país se mostraron conmovidas al hablar sobre este caso. La Comisión Organizadora se encuentra en pleno balance de la actividad, pero la multitudinaria  participación de mujeres argentinas y de países vecinos quedó demostrada en la marcha que abarcó cerca de 25 cuadras. Según datos preliminares, unas 10 mil salteñas participaron del Encuentro y más de 30 mil llegaron de diferentes puntos.

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Frente a los intentos por atacar el Encuentro, varios de los 63 talleres debieron desdoblarse por la cantidad de participantes, lo que evidenció que cada vez más mujeres eligen el debate como camino. El domingo al mediodía, en el intermedio de los talleres, se realizó el ya tradicional panel de feministas latinoamericanas, que permite tener una proyección y reflexiones acerca de la realidad de las luchas feministas en América Latina. De él participaron mujeres de Honduras, México, Brasil y Chile.

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El taller bien salteño

“Ni una mujer menos ni una muerta más”. Esa fue la frase que usaron para definir a los talleres sobre “Mujeres y feminicidios” que contaron con el testimonio de mujeres que viven diariamente violencia por parte de sus ex parejas. Una psicóloga cordobesa denunció a su ex esposo mientras compartía fotos entre las presentes: “En la imagen se lo ve a él en el techo de mi casa junto a nuestra hija, cuando quiso matarla”, dijo y agregó que tras años de maltratos y denuncias al hombre le dieron prisión psiquiátrica “estuvo sólo dos meses preso y ahora está en su casa que encima queda cerca de la mía. Él sigue haciendo lo que quiere, la justicia no hace nada. ¿Hay que esperar que otra mujer muera?”, se preguntó.

En el taller también estuvo presente Marina, hermana de Paola Acosta (36), la mujer que fue hallada muerta dentro de una alcantarilla en un barrio de la capital de Córdoba el pasado 21 de setiembre. Su hija de un año apareció viva junto al cadáver, pero debió ser hospitalizada por el estado de hipotermia en que fue encontrada. Gonzalo Lizarralde, padre de la nena a quien había reconocido recientemente tras un ADN, está detenido como principal sospechoso.

“Mi hermana iba a participar de este Encuentro, pero lamentablemente eso no va a pasar. Su hija Martina está bien, pero gracias a todas las mujeres que me acompañaron. Los fiscales no hacen nada, porque sólo siguen los protocolos a su conveniencia y mi hermana fue hallada a 15 cuadras de su casa a 80 horas de su desaparición por el testimonio de una vecina y no por la investigación supuestamente seria que se venía realizando. Si con las mujeres salíamos a buscarla seguramente la encontrábamos antes, por eso estamos pidiendo la destitución del fiscal Oyhanarte”, manifestó Marina frente a las participantes del taller. “Vamos a seguir manifestándonos y denunciando, no vamos a permitir que ningún fiscal se atreva a decir que cuando una mujer desaparece lo hace por voluntad propia. No queremos ni un solo femicidio más”, finalizó recibiendo el aplauso de todas las presentes.

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En el taller de “Mujeres y feminicidios”, se habló también del rol de los hombres y los mandatos sociales que éste debe cumplir, varias coincidieron en decir que “no se habla de la fidelidad del hombre”, “nos matan porque no cumplimos el rol del sistema patriarcal”, y que el femicidio “no es cosa sólo entre dos personas”. Debatieron sobre la enseñanza y el cambio que debe darse en la mentalidad de los jóvenes “todas atravesadas por el patriarcado”. Mujeres de diferentes agrupaciones ofrecieron datos de femicidios en sus provincias y recalcaron que ocurrieron 295 femicidios durante 2013 en todo el país.

La hermana de Paola Acosta comentó que en Córdoba hubo 11 casos de femicidios en lo que va del año y que De La Sota nunca habló de ellos. Varias cordobesas compartieron la experiencia de la aplicación de los botones antipánicos “No sirven para nada, cuando te están violentando no tenés ni tiempo para llamar al 911”, dijeron.

El Sistema de Alerta para Víctimas de Violencia Familiar y de Género (SALVA) está operativo en Córdoba desde el 8 de marzo de 2013 y ya son 13 las localidades del interior de Córdoba que cuentan con dicha cobertura. Este dispositivo es el que implementará el gobierno salteño en el marco de la declaración de la emergencia en violencia de género en Salta.

En el taller de femicidio también se discutió sobre otro de los talleres que este año se incorporó: “Mujeres y fuerzas de seguridad”. Varias mujeres lo criticaron y cuestionaron que no haya estado el de “Feminización de la protesta social”. Aprovecharon para denunciar el accionar de la policía cuando la mujer va a hacer la denuncia por violencia de género. “Muchos policías te dicen ‘y vos que habrás hecho para que tu marido te pegue’ hasta las propias policías mujeres”, mencionó una mujer haciendo hincapié en la importancia de la incorporación de una perspectiva de género en las fuerzas de seguridad.

Del taller también participó una mujer oriunda de Salvador Mazza, quien acompañó a la familia de Abigail Antelo, la adolescente encontrada muerta terriblemente golpeada el mes pasado en la frontera: “Al cuerpo lo tiraron en territorio boliviano, su familia sigue sin poder hacer nada”, repudió.

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Durante el sábado y el domingo se realizaron diferentes actividades. El Plenario de Trabajadoras hizo un acto en plaza Güemes con la participación de Alberto Lebbos, padre de Paulina encontrada muerta en 2006 a la vera de la ruta 341 en Tucumán; también estuvo presente Ana Fernández, mamá de Cintia e integrante de la Comisión de Familiares contra la Impunidad. Ambos denunciaron la complicidad de los gobiernos y las fuerzas de seguridad para seguir perpetuando impunidad. En el acto también hablaron dos trabajadoras precarizadas de la Fundación Trabajo y Solidaridad del Hospital San Bernardo que hace semanas se encuentran encadenadas denunciando la explotación laboral “A veces no tenemos ni para pan duro, pero no nos vamos a callar”, manifestaron las mujeres.

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Que se escuche

En la lectura de las conclusiones de los talleres y sub talleres, las mujeres plasmaron la importancia de la participación activa, de la construcción de la identidad como un proceso que va rompiendo estereotipos. En las conclusiones del taller de “Mujeres y justicia” se habló sobre el acoso laboral y el poder judicial machista. Se debatió sobre los cambios que deben darse dentro de la justicia y sus relaciones autoritarias y verticalistas instándose a denunciar a jueces y fiscales corruptos, además se nombró la necesidad de la instalación del Registro Genético de violadores en todas las provincias.

En las conclusiones del taller de “Mujeres trans” se habló de la inclusión social para el colectivo y de la experiencia del trabajo que viene realizando la Universidad de Avellaneda, así también se demandó la incorporación del término “travesticidio” como figura en el Código penal.

En los talleres “Mujeres y violencias” concluyeron que la violencia no es solamente física. Criticaron el presupuesto del Estado destinado a la problemática y que “muchas leyes sancionadas quedan en letra muerta”, coincidieron en decir que son las ONGs quienes terminan ayudando a las víctimas y éstas son autogestionadas y que la contención entre las compañeras sigue siendo un pilar fundamental. Profundizaron en que es necesario “evitar patologizar a la mujer que sufre violencia, porque no está enferma” y demandaron la perspectiva de género en todos los ámbitos sociales, y la despatriarcalización de la educación de los niños. Las mujeres señalaron a los medios de comunicación como uno de los responsables de ejercer violencia simbólica y reproducirla hasta el hartazgo al incentivar “un ideal de mujer”.

El Encuentro culminó pero las mujeres que participaron no volverán a ser las mismas porque “algo cambia en cada mujer que participa”.

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Más de 500 mujeres que no pudieron venir a causa de estafas realizadas por las empresas de transportes a distintas organizaciones, el sábado 11 a las 15hs con una concentración en el obelisco repudiaron lo que consideraron junto a la campaña mediática en contra del evento como un “boicot”. “Pasó de todo y sin embargo le dimos para adelante.
Fracasó en sus objetivos el boicot por el que ‘se cayeron’ 18 micros de CABA y GBA, las compañeras lo dieron vuelta marchando y haciendo el encuentro en La Plata”, señaló una mujer.

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El día lunes en el acto de cierre se eligió por ovación a Mar del Plata sede del próximo Encuentro. La última vez que el Encuentro se realizó en la ciudad balnearia fue en el 2005 y se venía denunciando la desaparición y muerte de varias mujeres señalando a varios policías como responsables. La trata de mujeres para la explotación sexual es otra de las problemáticas que más urgen en aquella ciudad.

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