Alerta en automotrices por el salto del dólar: podrían subir precios. Algunos vehículos de producción nacional están en situación delicada, pero los más afectados son los autos importados de gama media y alta.

Si la Argentina, en general, es siempre sensible a las variaciones del dólar, las automotrices, en particular, no pueden estar exentas. El 60% de los 0 km que se venden en el país son importados y el 40% restante -que corresponde a vehiculos nacionales – están producidos con casi 80% de piezas que llegan desde el exterior.

Por eso, cuando el tipo de cambio se dispara, como sucedió en los últimos dos días, se encienden las luces de alerta. Ayer, en muchas empresas, había cierta preocupación. Es que este quiebre del largo período de estabilidad puede ser un mal presagio. Ante las noticias macroecnómicas negativas sobre la Argentina que, además de la tensión cambiaria, provocaron ayer el derumbe de la Bolsa, se teme que el valor de la moneda estadounidense alcanzado ayer ($16,54) sea el primer peldaño de una escalada mayor y no un salto fugaz.

El problema principal no se presenta en los autos más vendidos o de menor precio. En este segmento, es tanta la competencia que no hay margen para pensar en grandes aumentos. La preocupación pasa por los modelos de gama media y alta por el impacto que pueden tener los Impuestos Internos.

Este tributo establece dos bases imponibles. La primera, a partir de un precio al público de alrededor de $510.000, que paga un gravamen de 10% pero que, por la forma de cálculo, impacta en 11% en el valor final. La otra, es para vehículos a partir de $800.000. Estos tienen un impuesto del 20% que implica una suba de precio de 25%.

Estas escalas tienen una vigencia semestral y vencen a fin de mes. El Gobierno ya dio a entender a las empresas que no las subirá a partir de julio, por lo que seguirán vigentes hasta fin de año, tal como adelantó este diario un mes atrás. Incluso, el lunes pasado, durante la visita del presidente Mauricio Macri al Salón del Automóvil, las automotrices le volvieron a pedir al ministro de producción, Francisco Cabrera, que se reajusten las escalas, pero no tuvieron suerte.

Al no haber cambios, con el dólar en alza, muchos modelos que están cerca de esas franjas podrían pasar a pagar Internos al tener que subir sus precios. En el segmento de los autos importados, las listas de precios se fijan en dólares. Mientras el dólar está tranquilo, no hay problema, pero al subir (y consolidar esa suba) los precios aumentan en pesos y saltan de escala.

«Si se dispara el dólar estamos complicados porque hay modelos que están al límite y si amentan un poco saltan de escala. Por el momento, es un susto nomás, pero estamos atentos» reconoció el directivo de una terminal radicada en el país. Hasta el momento hay sólo tres modelos de vehículos producidos en el país que pagan la primera escala: la Toyota SW4, la Honda HR-V y la Mercedes-Benz Vito. Pero hay otros siete modelos que están al borde.

«Hoy todavía podemos sostener los precios, pero en un par de meses, no sabemos. Con los aumentos que venimos aplicando, vamos a tener que tomar una decisión», dijo otro empresario.

Una alternativa que ya utilizaron en otros momentos para no caer en el impuesto es quitarles equipamiento a los modelos más comprometidos. De esa forma venden un auto menos equipado sin subir el precio.

La situación es más preocupante entre los representantes de marcas importadas. Según un cálculo que realizaba el gerente general de una de estas empresas, el valor crítico del dólar es de $16,60. Por encima de ese precio, varios modelos deben comenzar a pagar el impuesto o saltan de la primera a la segunda escala. En el primero de los casos, son los 0 km que cuestan aproximadamente u$s30.000. En el segundo, se trata de autos del orden de los u$s60.000. Esta última escala comprende a los vehículos denominados premium, que son los más golpeados ya que la base imponible no se ajusta desde enero de 2016, hace 18 meses.

Un directivo de una de estas empresas explicó que están hablando con las casas matrices para dejar de facturar en dólares y hacerlo en pesos para evitar la fluctuación cambiaria o negociar un descuento del valor FOB. «Pero esto tiene un límite», reconoció.

El Impuesto Interno, tal como se lo conoce hoy, fue dispuesto por el exministro Axel Kicillof a comienzos de 2014. En ese momento se buscó frenar la compra de vehículos de alta gama porque el país se estaba quedando sin dólares. También ese techo impositivo implica una forma de contención de los precios.

Fuente: Ámbito