Una carta con más de 1.700 adhesiones de dirigentes políticos, sociales y científicos, fue remitida al Papa Francisco. Le piden que intervenga por la liberación de Milagro Sala.

Los medios nacionales informaron que la misiva fue enviada al pontífice a través de la embajada del Vaticano en Buenos Aires. La misma solicita la “intervención” de Francisco “para que Milagro (Sala) obtenga sus derechos y libertades”. La gestión surge a casi 20 días del encuentro que mantendrá el propio Francisco con el presidente Mauricio Macri.

“La gestión ante el Papa se hizo el pasado jueves, mientras en forma simultánea se realizaba una reunión en la Casa Rosada con el mismo motivo, facilitada por la intervención del obispo Jorge Lozano, presidente de la Pastoral Social”, informó Página 12.

Los firmantes de la carta al Papa, entre quienes se cuentan también Carlos Tomada, Daniel Filmus, Agustín Rossi, Eduardo Valdés, Fortunato Mallimaci, Tati Almeyda (Madres de Plaza de Mayo), los diputados Guillermo Carmona y Liliana Mazure y el senador Ruperto Godoy, señalan que “no escapará a Ud., y al trabajo de la Iglesia, que en Argentina –luego del cambio de gobierno– estamos viviendo un clima de discordia, persecución laboral, despidos y que, en particular, la dirigente y parlamentaria Sra. Milagro Sala hoy se encuentra presa por cuestiones puramente políticas”. Por ese motivo, aseguran, “quienes adherimos a este petitorio para pedir su intervención para que Milagro obtenga sus derechos y libertades somos militantes políticos y sociales que vemos, con gran preocupación, este entorpecimiento a las libertades que debilitan la democracia y violan los derechos humanos”.

Califican de “acoso criminal y mediático” la situación a la que se encuentra sometida Milagro Sala, señalando que con ello “se busca intimidar la genuina protesta de los movimientos sociales que son la expresión más directa y espontánea del sufrimiento de las personas más pobres y vulnerables”. Y agregan que “no obstante, por la experiencia histórica de nuestro pueblo, urge advertir que el miedo no prosperará y que habrá resistencia frente a la arbitrariedad”. Dicen además que “sin esa fortaleza de los grupos sociales, una democracia de partidos sólo quedaría estrechada a los márgenes institucionales del debate parlamentario o de los procesos electorales. Pero la vida de la gente tiene urgencias que no pueden sujetarse a esos calendarios y, por ello, los movimientos sociales son el motor de la democracia cotidiana”.

En la carta enviada al Papa, que también firman el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi; el padre Domingo Bresci; el Grupo de Curas Monseñor Enrique Angelelli (Córdoba); Artemio López y Analía del Franco, se subraya el hecho de que en sus mensajes Bergoglio “alienta a la solidaridad y a la acción política como expresión de la caridad”. Y en vista de ello “queremos solicitarle que intermedie para que la Justicia jujeña; el gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, y el gobierno nacional de Mauricio Macri sientan su voz y que en ella se los aliente a respetar las libertades públicas y la democracia”. Pero adelantándose a una posible respuesta del Gobierno advierten también que desde el oficialismo “dirán que es un tema de la Justicia y que el Gobierno no puede interceder pero es una falacia”.

Los promotores de la carta al Papa aspiran a que el tema de Milagro Sala y, en general, la situación social que se vive en la Argentina sean incluidos en la agenda del diálogo entre Bergoglio y Macri en el Vaticano. Mientras tanto la canciller Susana Malcorra, en diálogo con radio La Red, dijo ayer que “con el Papa tenemos una agenda rica en sustancia, no en fotos para las revistas del corazón” y dado que “Bergoglio es el jefe de un Estado las relaciones tienden a ser más protocolares”, dando una clara idea del tono del diálogo que mantiene el actual gobierno con la Santa Sede.