Tras el fracaso de las negociaciones, el gobierno de Vidal intentó frenar la huelga y ahora analiza llevar el conflicto a la Justicia; los gremios endurecen su posición y podrían extender la medida de fuerza.

LA PLATA.- El gobierno de María Eugenia Vidal dictó ayer la conciliación obligatoria en el conflicto con los gremios docentes, luego del fracaso de la última negociación paritaria. La medida con la que buscó evitar el paro del lunes y martes próximo no será acatada por los sindicatos, que redoblaron la apuesta: «La lucha se va a profundizar», advirtieron, en un escenario de máxima tensión.

Por un lado, el Gobierno iniciará acciones para quitar personería jurídica a los gremios que no acaten la conciliación, mientras evalúa llevar el litigio a la Justicia.

Por otro lado, los sindicatos denunciaron un intento de «extorsión» para que se levante el paro y replicaron con más lucha. Ayer, seis gremios anunciaron que no acatarán la conciliación obligatoria: Suteba, FEB, Sadop, Udocba, UDA y AMET. A estos sindicatos se sumó Adulp, que agrupa a los docentes universitarios. Juntos, ahora evalúan protestas para el jueves y el viernes.

En medio, los 4,3 millones de alumnos de escuelas bonaerenses afectados por el conflicto sindical recuperarán los días de clases perdidos durante las vacaciones de invierno, anunció ayer el director de Educación, Alejandro Finocchiaro.

En lo inmediato, el gobierno de Vidal descontará los días a los maestros que se plieguen a la huelga: unos $ 600 por jornada, en promedio. En caso que sean dos días de paro, se retendrán $ 1200.

Además, los maestros no percibirán el adelanto no remunerativo que propuso el gobierno ayer: $ 800 para los maestros que cobran hasta $ 15.000; $ 1200 para los que cobran entre $ 15.000 y $ 20.000 y $ 2000 para los que cobran más de $ 30.000.

A cambio de depositar esta suma, el gobierno provincial pedía a los seis sindicatos docentes bonaerenses comenzar las clases el lunes y seguir negociando la cifra final del aumento. La última oferta era atar el aumento a la inflación.

Los gremios rechazaron por «inaceptable» la propuesta. Aseguraron que la conciliación obligatoria anunciada tras el fracaso de la paritaria es «ilegal», ya que el gobierno bonaerense «no tiene jurisdicción», en la huelga nacional convocada por la Ctera.

A puertas cerradas los gremios dijeron que el gobierno intentó «coimearlos», con una suma remunerativa para deponer la huelga. En público, Roberto Baradel , líder de Suteba dijo: «Fue una suerte de extorsión del Gobierno». Desde la FEB, Mirta Petrocini sentenció: «Fue lamentable. Nunca se vivió algo igual». Y el titular de Udocba, Miguel Díaz, dijo: «Vamos a ir a la Justicia si es necesario». En tanto, el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, expresó: «Nos dijeron coimeros porque queríamos levantar el paro». Según el relato oficial, Baradel se disculpó después por el término utilizado.

Los pasos de Vidal

El gobierno de Vidal se reunió ayer tras el fracaso de las negociaciones. En primera instancia, iniciará acciones administrativas para constatar el incumplimiento de la conciliación obligatoria, con el objetivo de quitar la personería jurídica a los representantes sindicales que incumplan.

La medida indignó a los sindicalistas: «Es un claro ataque a la representación», dijo Petrocini.

En medio de esta escalada de tensión, Vidal escribió ayer una carta a la comunidad educativa, en la que se dirigió a los docentes. Allí dijo: «Quiero que sepan por mí qué pienso y cuál es nuestra propuesta: un adelanto a cuenta del futuro aumento salarial de entre $ 800 y $ 2000, a cobrar antes del 15 de marzo».

«Garantizamos que el salario docente no perderá contra la inflación, aumentándolo cada tres meses, de acuerdo a lo que diga el Indec», añadió. Y explicó que «la suma a cobrar en marzo no es en negro y será parte del aumento salarial final que acordemos con los gremios». Vidal agregó: «Hicimos esta propuesta para que el lunes todos los chicos y los docentes puedan estar en las aulas, pensando en ellos, sólo en ellos, con la realidad de la provincia sobre la mesa y quitando de esta discusión cualquier interés político».

Los sindicalistas aseguran, por su parte, que sólo los moviliza el reclamo por mejores salarios. Afirman que persisten en su reclamo ante la ausencia de la convocatoria del gobierno de Mauricio Macri a una paritaria nacional.

«Los que clausuraron esta negociación fueron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el presidente Macri», espetó ayer Baradel.

El gobierno de Vidal está convencido de que el móvil de los gremios es político. «Baradel pertenece a Nuevo Encuentro, trabajó para Cristina Kirchner y para Scioli. Y ha dicho que quiere que al gobierno le vaya mal», sostuvo el ministro Villegas.

En diálogo con La Nación, Baradel negó su afiliación política a Nuevo Encuentro y al peronismo. «Los gremios docentes estamos en unidad en este reclamo», insistió. «El gobierno de Vidal actúa de mala fe. Quiere desgastar nuestra representación», repitió a lo largo de toda la jornada.

Cuando faltan dos días para el inicio programado del ciclo lectivo, el gobierno bonaerense evalúa ahora ir a la justicia contencioso administrativa para hacer cumplir la conciliación obligatoria.

En tanto, según pudo saber La Nación, se asesora con consejos del consultor Jaime Durán Barba sobre cómo trasmitir la posición del gobierno en esta crisis con los gremios de los maestros.

Fuente: La Nación