El ministro se reunió ayer con el jefe del bloque del FpV-PJ en el Senado. Acordaron tomar como base el proyecto de régimen penal juvenil aprobado por la Cámara alta en 2009. La edad de imputabilidad bajaría a los 14 años.

Después de instalar el tema en la agenda pública, el gobierno nacional comenzó las gestiones para impulsar la aprobación de un régimen penal juvenil. El ministro de Justicia, Germán Garavano, mantuvo ayer una reunión con el jefe del bloque de Senadores del FpV-PJ, Miguel Pichetto, en la que se abordó especialmente este punto, entre otros temas de la agenda legislativa para el año que recién comienza. El ministro también mantuvo una conversación telefónica con el diputado Sergio Massa, líder del Frente Renovador, y prepara para este jueves una reunión con especialistas y ONG’s para avanzar en la conformación de una comisión redactora del anteproyecto. Desde la bancada mayoritaria del Senado propusieron como base de la discusión el texto aprobado por la Cámara Alta en 2009, que establecía la edad de imputabilidad a los 14 años pero planteaba que la privación de libertad (en un centro especializado) debía ser con “carácter excepcional” y como último recurso. Si se logra un consenso con los bloques opositores, en el Gobierno esperan a avanzar este año con la sanción, más allá de que se trata de un año electoral.

Al igual que en los inicios de 2016, Garavano mantuvo ayer una reunión con Pichetto para adelantar los ejes de la agenda que pretende el Ejecutivo en materia judicial. Además de crear un régimen de responsabilidad penal para los menores de 18 años, en la reunión se abordaron otros proyectos como la ley de arbitraje; la derogación de las Cámaras de Casación creadas durante el mandato de CFK; la creación de un sistema de audiencias unipersonales en las Cámaras de apelaciones y la transferencia de competencias y juzgados entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires. Garavano y Pichetto también conversaron sobre la reforma del Código Penal. Tal como publicó PáginaI12 el martes, el macrismo está terminando de definir una comisión para avanzar en la reforma que el kirchnerismo no pudo concretar. Quien estará al frente será Mariano Borinsky, juez de la Cámara de Casación Penal Federal. La voluntad del Gobierno es que se trabaje en un nuevo texto durante 2017 para su tratamiento parlamentario en 2018, una vez pasadas las elecciones. La presidenta Cristina Fernández había impulsado la redacción de un nuevo código pero los esfuerzos de la comisión multipartidaria (presidida por Raúl Zaffaroni e integrada por el FpV, el PRO, la UCR y el Socialismo) fueron boicoteados por Massa en el marco de su campaña presidencial de 2015. En ese contexto y en las puertas de un nuevo año electoral, cobra especial relevancia la posición de actores con poder de fuego político y mediático como el ex intendente de Tigre en el debate del nuevo régimen penal juvenil.

“El Ejecutivo propicia el espacio para iniciar la discusión de una nueva norma jurídica. Debe ser una normativa que esté basada en derechos, responsabilidades y obligaciones, con el propósito de permitir un abordaje temprano de la delincuencia juvenil”, aseguró ayer Garavano luego de la reunión con Pichetto. El senador, por su parte, indicó que el debate debe exceder a la baja de edad de imputabilidad penal, y sostuvo que es fundamental “conformar un régimen que sea integral para los menores en conflicto con la Ley Penal”.

Desde el bloque del FpV-PJ adelantaron que la pena de prisión no debe ser “la pena paradigmática del sistema penal juvenil”, sino que se debe buscar penas alternativas. “Tampoco hay que engañar a la gente con populismo penal”, advirtió uno de los referentes en materia jurídica del peronismo en el Senado.

Fuente: Pagina 12