El Grand Bourg no puede frenar a Greenpeace. Detuvieron los desmontes y convocaron a una mesa de dialogo. Tirar la toalla en el round dos.

El gobierno salteño intentó responderle a la internacional Greenpeace, luego que la organización rechazara la oferta U de sentarse a dialogar. El Grand Bourg en vano pretende convencer a los ecologistas, y estos redoblaron su apuesta, instalándose permanentemente en la provincia.

El que presentó las cartas del gobernador, fue el todo terreno Ministro de Gobierno, Eduardo Silvester. Sólo el titulo impuesto por la “Prensa de Gobierno” puede ser tan sintético y suicida:  «queremos aclarar que estamos diciendo la verdad». Después de esa frase, nadie puede creerte.

En honor a la verdad fueron dos los ministros que intentaron responder al avance de Greenpeace. El otro fue el Ministro de Ambiente y Producción Sustentable, Baltasar Saravia. Su rol fue firmar la rendición ante la prensa, y anunciar que -tal como pidieron Ricardo Darín y otras celebritis-, el gobierno “decidió” cambiar su accionar y detener los desmontes, por lo menos hasta fin de mes. También anunciaron que el 16 de septiembre se concretará la primera mesa de trabajo entre Ejecutivo provincial y organizaciones ambientalistas para la revisión de la Ley. A ese encuentro convocaron a Greenpeace que despreció la invitación, anunciando horas más tarde que desembarcará en la provincia en forma permanente, una suerte de Día D.

El gobierno busca  es esas mesas de trabajo revisar el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, junto a profesionales, funcionarios y otros ecologistas que acepten la invitación oficial, que Greenpeace rechazó.

Silvester públicamente repitió que “la política del Gobernador Urtubey, en cualquier ámbito de gestión es abierta, participativa y está predispuesta a cualquier tipo de modificación, corrección, y cualquier otro cambio, que sea necesario si es en beneficio de cada uno de los salteños”. Una certera ampliación de oferta. Pero nada, la organización propiedad de Martin Pietro, quiere pelear en el ring mediático. Greenpeace aún tiene que pagar los banners que colgó en Diagonal Norte en Bs As.

Durante la conferencia también se especificó  acerca de las sanciones por desmontes ilegales, realizadas por la Secretaría de Ambiente, a cargo de Gustavo Paul. Se sancionó por más de 39 millones de pesos. Pese a esto la multinacional ecologista avanza. Crece el perfil temerario, ante la debilidad mostrada  por el poder político local. La campaña de Greenpeace denuncia que Salta está violando la Ley de Bosques Nativos, y en definitiva tiene razón, porque la Ley nacional impuso un ordenamiento y un perfil de protección de recursos naturales, pero aquí la legislatura, y sobre todo el Senado con Alfredo Olmedo incluido, trazó un ordenamiento provincial que violentó hasta los parámetros puestos por la U.N.Sa, a la que habían consultado. Encerrados en una pieza y con un lápiz acomodaron en la provincia, lo que Miguel Bonasso había logrado en la Nación. Luego sobre eso, Urtubey hizo mucho más. En definitiva, los ecologistas de la reina, vienen por todo….