Para el Indec, al tercer trimestre de 2016 se habían perdido 5147 firmas y 127 mil empleos. Los datos oficiales muestran la mayor destrucción de empresas desde 2002. El salario quedó 9 puntos por debajo de la inflación.

Pese a la insistencia oficial en tapar la crisis laboral, el Indec volvió a difundir cifras que dan cuenta de una fuerte destrucción de puestos de trabajo durante el año pasado. Según el informe de Registros Laborales del tercer trimestre de 2016, se destruyeron más de 127 mil empleos formales y se perdieron 5147 empresas en los primeros nueve meses del año, el mayor número de destrucción de compañías desde la crisis de 2002. El relevamiento precisó que al 30 de septiembre se registraban 6.404.160 asalariados, lo que implica una caída de 2 por ciento respecto de los 6.532.065 puestos que había a fin de diciembre de 2015.

Las cifras se conocen luego de que el presidente Mauricio Macri asegurara que en el país está creciendo el empleo. “Puede haber una empresa con problemas, que cierra, pero hay muchas que están abriendo”, sostuvo esta semana. Según el informe del   Indec, al tercer trimestre del año pasado se encontraban registradas 573.302 empresas, 3843 menos que en igual período del año previo (-0,7 por ciento) y 5147 por debajo (-0,9) del último trimestre de 2015. Los datos fueron relevados por el Indec sobre la base de las declaraciones juradas presentadas hasta noviembre por las empresas ante la AFIP.

En el caso de los puestos de trabajo y salarios, la información proviene del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de la Anses. La estimación provisoria de los puestos de trabajo del sector privado alcanzó 6.404.160 para el tercer trimestre de 2016, lo que representó una caída de 1,5 por ciento respecto a igual trimestre del año anterior. En cantidad, la pérdida fue de 97.160 puestos en la comparación interanual. Si se toma la cifra respecto de los registros de fin de 2015, la destrucción de empleos alcanzó a 127.905 puestos, un 1,96 por ciento menos.

Las cifras contrastan con lo expuesto por el ministro de Producción Francisco Cabrera, quien en el Foro de Davos había asegurado que el Gobierno está promoviendo en el país una transformación que “impulsa a los sectores más productivos a generar empleos de calidad”. De hecho, la CGT denunció esta semana que las empresas no están cumpliendo el acuerdo alcanzado con el gobierno en noviembre para frenar la destrucción de puestos de trabajo hasta que concluya el primer trimestre de 2017. “Los despidos y suspensiones en diversos rubros industriales atentan contra la paz social al tiempo que violan los compromisos asumidos en la mesa de diálogo social organizada al final del año pasado”, advirtió Juan Carlos Schmid, titular del gremio de Dragado y Balizamiento y uno de los miembros del triunvirato.

Los sectores que mayor caída presentaron respecto al mismo trimestre del año anterior fueron la construcción, con un retroceso de su nómina laboral del 12,4 por ciento, seguido por explotación de minas y canteras, con 7,8 por ciento. Paradójicamente, a este último sector el Gobierno le quitó las retenciones para estimular la inversión y la generación de puestos de trabajo. También la industria manufacterura tuvo una caída de puestos de trabajo, que se ubicó en 3,2 por ciento interanual. Como contrapartida creció levemente el empleo en servicios sociales y de salud (3,7 por ciento), intermediación financiera (2,2 por ciento) y enseñanza (1,7). Si se analiza a nivel provincias, durante el tercer trimestre la mayores bajas interanuales se dieron en Santa Cruz (-9,4 por ciento), San Luis (-9,1), Formosa (-7,0), Catamarca (-6,7), La Rioja (-6,2), Misiones (-4,6) y Chubut (-4,1). Sólo se generaron puestos en La Pampa (2 por ciento) y Tucumán (1,8).

A la destrucción de empleos hay que sumar la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. De acuerdo con el informe del Indec, la remuneración promedio de bolsillo de los más de 6.400.000 asalariados inscriptos resultó de 16.889 pesos, con un incremento interanual de 32,4  por ciento. La remuneración total previa de descuentos fue de 19.649 pesos. Esta cifra reconoce una pérdida de poder adquisitivo de entre 8 y 10 puntos respecto de la inflación, estimada por encima del 40 por ciento por la dirección de estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, consultoras privadas, universidades, centrales obreras y el IPC que difunde el Congreso.

Fuente: Página 12