Efectivos de la policía ambiental detectaron a unos sujetos que transportaban casi una veintena de animales en peligro de extinción muertos producto de la caza.

En inmediaciones del expeaje de Aunor fue donde se llevó adelante el secuestro de “19 vizcachas y una corzuela evisceradas”, indica el parte policial.

La intervención estuvo a cargo de la División Policía Rural y Ambiental, quienes se encontraban realizando un control en la zona. Allí inspeccionaron un vehículo ocupado por dos hombres que transportaban -además de los cadáveres- dos escopetas calibre 16, un cinto cartuchera con 23 cartuchos y una linterna “con los cuales habrían concretado la caza furtiva de las mencionadas especies protegidas”.

Para finalizar, tras el decomiso de los animales muertos, “se labró la correspondiente infracción  y paralelamente otra causa penal por supuesta  portación ilegal de armas de fuego con intervención de la Fiscalía N° 4”. Aseguran además que la carne no era apta para consumo humano.